El aceite de oliva se extrae de la aceituna Olea europaea, distinguiéndose distintas fases.
Primero se limpia la aceituna que llega a la almazara, después se prepara la pasta que consta de dos operaciones: molienda y batido.
En las almazaras antiguas se producía aceite, orujo y jabón. Esto último se abandonó ya hace años.