Ana Rodríguez detalla los aspectos clave de la ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario y su contribución a la seguridad alimentaria
La secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria, Ana Rodríguez, ha destacado hoy la labor de las empresas agroalimentarias en la reducción del desperdicio alimentario. Además, ha subrayado que “en los últimos años, el sector ha tomado conciencia sobre la importancia de prevenir y minimizar la pérdida de alimentos a lo largo de toda la cadena de valor, así como sobre los costes económicos, sociales y medioambientales que conlleva no hacerlo”. Según Rodríguez, “evitar que los alimentos terminen en la basura es un deber ético ineludible”. Durante la jornada “Reducir el desperdicio para construir un futuro más sostenible”, organizada por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), Ana Rodríguez ha detallado hoy los aspectos clave de la Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario y su impacto para las empresas del sector. En este encuentro se han presentado, además, las conclusiones del último Informe del Desperdicio Alimentario en la Industria y la Distribución en España, realizado para el ministerio por AECOC. La secretaria general ha enfatizado que, al tratarse de un imperativo ético, la ley abarca a todos los agentes de la cadena alimentaria: desde la producción primaria, transformación, distribución, hostelería y restauración, hasta las entidades sociales y las administraciones públicas. Entre las principales obligaciones establecidas por la ley, Rodríguez destacó la necesidad de implantar un plan de prevención que contemple una jerarquía de prioridades, a través del cual cada operador realiza un autodiagnóstico de sus procesos productivos para identificar puntos críticos, prevenir pérdidas y determinar el destino adecuado de los excedentes, con el objetivo de aumentar la eficiencia y mejorar el rendimiento. Otra de las obligaciones es la de establecer como destino prioritario de los excedentes la donación, de modo que se garantice la seguridad alimentaria y la trazabilidad mediante acuerdos con respaldo jurídico. La secretaria general también recordó que esta ley forma parte de la Estrategia Nacional de Alimentación, diseñada para reforzar políticas públicas como la Política Agraria Común (PAC), monitorizar en tiempo real el desperdicio alimentario, fomentar la aplicación de tecnologías innovadoras —como las Nuevas Técnicas Genómicas (NTG)— y desarrollar una plataforma para la gestión de residuos alimentarios. Ana Rodríguez ha señalado que, además de las medidas legislativas y técnicas, se mantiene el impulso de campañas de sensibilización y prevención tanto desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como desde el sector privado, que han demostrado ser esenciales para promover un movimiento global comprometido con la reducción del desperdicio de alimentos.