La lengua azul (LA) o fiebre catarral ovina es una enfermedad vírica no contagiosa que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes (principalmente a las ovejas, pero también a los bovinos, las cabras, los búfalos, los antílopes, los ciervos o los alces) y que es transmitida por los mosquitos de la especie Culicoides.
El virus que causa la lengua azul se identifica como un miembro del género Orbivirus de la familia Reoviridae. La especie del virus de la lengua azul, o serogrupo, engloba 24 serotipos notificables y otros atípicos recientemente descritos. La infección por el virus de la lengua azul (VLA) puede ser inapreciable en muchos animales, pero también puede causar una enfermedad mortal en una proporción de rumiantes infectados. La gravedad de la enfermedad varía entre las distintas especies y cepas, siendo los síntomas más graves en las ovejas, que provocan la muerte, la pérdida de peso y la alteración del crecimiento de la lana. En las ovejas muy susceptibles, la morbilidad puede llegar al 100%. La mortalidad oscila entre el 2 y el 30%, pero puede llegar al 70%. No afecta a los humanos.
Se ha demostrado que el virus de la lengua azul aparece en regiones en las que está presente el Culicoides (por ejemplo, África, América, Australia, Oriente Medio y algunos países del sur de Asia). La situación de la lengua azul en la UE ha cambiado considerablemente en los últimos tiempos. Desde 1998, el virus de la lengua azul ha estado presente en los países del sur de Europa y del Mediterráneo, desde donde se ha ido extendiendo gradualmente a zonas que antes estaban libres del virus. En el norte de Europa, la epidemia del serotipo 8 del virus de la lengua azul estalló de forma repentina e inesperada en agosto de 2006.
La vacunación previne la enfermedad clínica e interrumpe el ciclo del virus de la lengua azul en el medio ambiente; de este modo, se reducen las pérdidas económicas debidas a la infección de los animales y se hace posible el traslado y el comercio de animales procedentes de regiones enzoóticas de la enfermedad. Las vacunas contra la lengua azul son específicas para cada serotipo, por lo que, antes de utilizarlas en una zona determinada, hay que tener en cuenta los serotipos presentes en el entorno. Actualmente se dispone de dos tipos de vacunas, inactivadas y vivas atenuadas.