La primera jornada de ponencias realizadas en el estand del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en FITUR 2022 tuvo un broche de oro. Hasta allí se acercó Josep Juaneda, consejero de Medio Ambiente y Reserva de la Biosfera del Consell Insular de Menorca para hablar del Camí de Cavalls, sin duda una de las joyas de la Red de Caminos Naturales.
A lo largo de sus 185 kilómetros, divididos en 20 etapas, el visitante no sólo obtendrá una visión distinta de la isla, sino también una experiencia diferente, donde los principales atractivos cambian en función del entorno y las posibilidades que éste ofrece: tramos de costa, interior, bosque, marinas, campos de cultivo…
“Ofrecemos actividades para todos los gustos: observación de aves, recorridos a caballo, senderismo, treking…” indicaba Josep Juaneda, y es que, el Camí de Cavalls permite organizar un recorrido a la carta donde podremos escoger entre itinerarios de fácil acceso desde zonas urbanas, para realizar pequeñas y fáciles incursiones en el mundo natural o recorridos de decenas de kilómetros para los más atrevidos y preparados físicamente.
El consejero quiso remontarse hasta el año 1330, para explicar los orígenes de este camino cuando el rey Jaume II estableció la obligación de los colonos a mantener un caballo armado para vigilar la costa y defender el territorio y los habitantes de Menorca, de ahí su peculiar nombre.
Una de las singularidades de este trazado de forma circular es que discurre prácticamente en su entera totalidad por zonas de costa, haciendo las delicias de todos los que se acercan a recorrerlo. “Menorca es una isla llena de contrastes”, explicaba el consejero y proseguía “esto permite a los senderistas descubrir desde las tranquilas llanuras y barrancos del sur de la isla hasta las zonas más inhóspitas y abruptas del norte, expuestas a la merced del viento y la sal del mar”.
Esta diversidad fue uno de los puntos que quiso destacar Josep Juaneda durante su intervención, así como la belleza de todos los paisajes presentes a lo largo del camino y que, en sus propias palabras “permiten experimentar el presente vivo de la isla y su historia, a través de antiguas torres de defensa o numerosos elementos arqueológicos de épocas pasadas como sepulcros megalíticos, restos romanos y cuevas. Lo que hace al caminante sentirse no solo parte de la naturaleza de la isla, sino también de su agitada y completa historia”.
Esta diversidad fue uno de los puntos que quiso destacar Josep Juaneda durante su intervención, así como la belleza de todos los paisajes presentes a lo largo del camino y que, en sus propias palabras “permiten experimentar el presente vivo de la isla y su historia, a través de antiguas torres de defensa o numerosos elementos arqueológicos de épocas pasadas como sepulcros megalíticos, restos romanos y cuevas. Lo que hace al caminante sentirse no solo parte de la naturaleza de la isla, sino también de su agitada y completa historia”.
Una historia y una cultura que se han podido recuperar, entre otras cosas, gracias a la colaboración del Consell con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Una fructífera relación que comenzó en 2009 y que permitió llevar a cabo numerosas intervenciones de adecuación que han conseguido mantener y poner a disposición del público en general el Camí de Cavalls. “Esta colaboración ha dotado de infraestructuras al Camí como señalización, delimitación del trazado, pasarelas en zonas ambientalmente frágiles, apertura y desbroce del camino y portillos y barreras siendo, éstos últimos, de gran importancia teniendo en cuenta que el trazado comparte espacio con el paisaje agrícola menorquín y sirven para compatibilizar el paso de senderistas con la presencia de ganado en algunas fincas”, explicó el consejero.
Todo este trabajo, unido a los esfuerzos realizados con la administración local de la isla desde 2002, ha logrado subsanar el estado de deterioro en el que se encontraba este camino en el siglo XX, debido a la caída en desuso de determinados tramos del trazado.
En ese sentido, Josep Juaneda hizo hincapié en que la gestión de este tipo de infraestructuras implica la ejecución de numerosas tareas de conservación, muchas de ellas periódicas, para mantener el camino en condiciones adecuadas y aptas para su uso y para proteger valores naturales y culturales que se encuentran en su recorrido. “Nos enfrentamos a elementos poderosos de erosión, como el agua, por lo que en muchas partes del camino hemos implementado sistemas de drenaje o apeldañamiento tradicional que se integran en el paisaje y permiten un paso seguro”, expuso el consejero. Gracias a la recuperación de estas técnicas tradicionales se ha conseguido una optimización de los recursos y la reactivación de una actividad económica que en la isla se había visto reducida a unos pocos profesionales. El representante del Consello añadió que “El viento, como la conocida tramuntana, y la sal marina, son otras de las principales causas de deterioro”, lo que hace necesario cambiar cada cierto tiempo la señalización, herramienta indispensable para mantener a los usuarios en el trazado correcto”.
Antes de invitar a todos los presentes a conocer su isla, Josep Juaneda afirmó que “El futuro de Menorca tiene que ser el resultado del equilibrio entre la conservación y el respeto de nuestro entorno y la actividad humana”. En ese sentido indicó que el desarrollo social y económico se tiene que entender desde la perspectiva de la sostenibilidad en su más amplia concepción y expresó tajante que “El Camí de Cavalls es el mejor ejemplo de este equilibrio. Un símbolo de sostenibilidad que representa a la perfección el trabajo que se ha hecho en nuestra isla para defender y proteger el territorio y poder seguir disfrutando de él”.
Objetivo cumplido que ha hecho que el camino haya pasado a formar parte de la vida de los menorquines como eje vertebrador de diferentes actividades de ocio, actividad física y cultural, de relaciones sociales o, simplemente, de conexión con el entorno. “Es uno de los recursos naturales que permiten fomentar hábitos activos y saludables tan necesarios en las sociedades actuales”, expresó el consejero antes de afirmar que, el Camí de Cavalls “Es un camino vivo y vivido, integrado de manera armónica en el paisaje tradicional y conectado en red con otros muchos caminos y senderos, frecuentados por todo tipo de personas con intereses y aficiones diversas”.