A pesar de ser la isla más pequeña del archipiélago canario, bastan 50 kilómetros para recorrerla de punta a punta, El Hierro es la gran desconocida. Este remanso de paz, rodeado por las aguas del océano Atlántico, destaca por su diversidad y contrastes, pudiendo atravesar campos, pinares, impresionantes zonas volcánicas o vegetación subtropical en el mismo paseo.
Dicen los que la conocen que El Hierro es una isla con alma. Que el que la pisa puede sentir la energía bajo sus pies. Quizá sea un vestigio de su origen volcánico, cuando hace más de 1,2 millones de años la lava se abrió paso a través del fondo oceánico para moldear la más joven de las islas que componen el archipiélago canario.
Sus 278 kilómetros cuadrados albergan un preciado patrimonio natural y una enorme diversidad de ecosistemas que han llevado a que casi el 60 % de su territorio se encuentre protegido. En el año 2000 fue declarada Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO y, en 2014, esta isla de apenas 10.000 habitantes, fue declarada Geoparque, al ser la primera isla autosuficiente del mundo, abasteciéndose únicamente de energías renovables. Todo un ejemplo de sostenibilidad.
Su patrimonio natural y geológico es único, incapaz de dejar a nadie indiferente y, gracias al Camino Natural por los senderos tradiciones de El Hierro, al alcance de tu mano.
Si no queremos separarnos mucho de la costa, la mejor manera de recorrer El Hierro es el Sendero Circular. Se trata de un itinerario que une varios caminos tradicionales utilizados como conexión entre distintos pueblos. Todos ellos forman una ruta de 112 kilómetros que, dividida en 15 tramos distintos, rodea toda la isla desde la zona costera de Verodal hasta Pozo de la Salud.
Escogiendo este itinerario podremos atravesar distintos espacios naturales protegidos como la Reserva Marina Punta de La Restinga-Mar de las Calmas, el Paisaje Protegido de Timijiraque o el Monumento Natural de Las Playas, donde disfrutar de uno de los símbolos más representativos de la isla, el famoso Roque de la Bonanza.
Estos caminos tradicionales guiarán nuestros pasos haciéndonos descubrir una isla llena de contrastes en la que atravesaremos impresionantes bosques de laurisilva o los cultivos situados en el Valle de El Golfo, barrancos que nos dejarán sin aliento y prados donde se pierde la vista mientras el ganado pasta tranquilo.
Las pequeñas poblaciones dejarán paso a zonas donde la actividad volcánica de la isla ha dejado su huella y otros espacios donde el capricho del viento ha logrado inclinar las altivas sabinas para saludar al viajero a su paso.
Comenzaremos nuestra andadura en la parte más oeste de la isla, en Verodal, para seguir rumbo sur, acercándonos a elementos del patrimonio natural y cultural de la isla como la ermita de Nuestra Señora de los Reyes. Atravesaremos El Julán y algunas pequeñas poblaciones como Pinar, Isora o Puerto de La Estaca. Una vez situados en la parte oriental de la isla, nos recibirán los municipios de Valverde, La Caleta y Tamaduste.
En la última parte de este itinerario, podremos disfrutar de las impresionantes vistas que nos regala la ermita de la Peña, o de los pueblos de San Andrés, Jinama y El Golfo, antesala de nuestra meta en el Pozo de la Salud.
A lo largo de esta ruta podremos visitar distintos restos arqueológicos de la cultura aborigen, el Ecomuseo de Guinea, el Centro de Interpretación del Parque Cultural de El Julán o el conocido Lagartario.
Este otro camino de 42 kilómetros de longitud atraviesa la isla de norte a sur a través de la columna vertebral de El Hierro. Lo hace siguiendo, en una de sus etapas, el tradicional Camino de la Virgen, en el que cultura y religión se funden como en ningún otro lugar de Canarias.
Al igual que el Sendero Circular, el GR-131, nos brinda una experiencia llena de contrastes dividida en cuatro tramos, siendo el primero de ellos, de algo más de 3 kilómetros, coincidente con el tramo que se inicia en la pequeña localidad costera de Tamaduste y llega hasta Echedo, en el sendero circular. En este caso, nuestro camino se detiene en Valverde, capital de El Hierro, municipio que atesora la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, que data del siglo XVIII, donde finaliza cada año la Bajada de la Virgen de los Reyes.
Este itinerario nos lleva desde la costa hasta el interior, recorriendo algunas zonas de origen volcánico, altas cumbres como la de Malpaso, territorios con abundante vegetación autóctona y emblemáticos espacios naturales como El Parque Rural de Frontera.
La segunda etapa parte del Puerto de la Estaca, y desde allí va ganando altura, por lo que podremos contemplar unas vistas impresionantes de la Cueva del Diablo y del puerto desde la Mojara. Seguiremos nuestro ascenso y, al volver la vista, divisaremos La Caleta y los petroglifos que la rodean, atribuidos a antiguos pobladores de la isla.
Sin duda una de las etapas más apasionantes es la que se corresponde con el Camino de la Virgen, siendo igualmente la más larga en distancia con 27 kilómetros de longitud. Desde antaño este es el camino que sigue la romería más importante de la isla, celebrada cada cuatro años, en la que la imagen de “La Subida” retorna desde la capital, Valverde, hasta su santuario en La Dehesa. Antes de eso, ha ido pasando de un pueblo a otro en las conocidas “rayas” del camino, puntos donde los romeros rivalizan por portar a la Virgen de los Reyes, la “Madre Amada”.
En este tramo todavía es posible toparse con algunos rebaños herreños que transitan sin inmutarse cerca de pequeños volcanes.
Y, más adelante, el pico Malpaso, de más de 1.500 metros de altitud, el más alto de la isla. Desde aquí, si el día lo permite, una panorámica impresionante se abre paso en nuestra retina: la bahía de El Golfo y las islas de Tenerife, La Gomera y La Palma. Después, descendemos. Desde la Piedra del Regidor hasta la ermita de la Virgen de los Reyes, que se alza majestuosa como un haz de luz blanca entre el terreno verde y negro.
Nuestra meta se sitúa en uno de los lugares más emblemáticos de la isla: el Faro de Orchilla, un majestuoso faro que actualmente se yergue donde durante siglos estuvo situado el meridiano 0. Hasta aquí llegaremos entre tabaibas y sabinas, a lo lejos el azul del mar y por delante un mosaico de colores en el que se mezcla el verde de la vegetación con los negros y ocres de la tierra volcánica. En este punto podemos coger un desvío que nos llevará hasta el monumento al Meridiano 0.
El Hierro nos brinda la posibilidad de descubrir un sinfín de lugares de gran importancia e interés. Llevaría tiempo señalar cada uno de ellos y, aunque todos lo merecen, aquí te dejamos una pequeña muestra con aquellos que no puedes dejar de visitar.
Algunos se han convertido en símbolo de la cultura y tradición herreña como el Roque de la Bonanza, una curiosa formación geológica que emerge del océano formando un arco rocoso que forma parte del Monumento Natural de Las Playas. Otro exponente de la isla es el Centro de Interpretación de El Julán, un complejo que cuenta con dos plantas donde, gracias a distintas exposiciones, conoceremos la vida de los antiguos pobladores de El Hierro, los bimbaches, así como las manifestaciones culturales que dejaron en El Julán. En este mismo sentido recomendamos visitar algunos de los petroglifos, dispersos por toda la isla. Unos dibujos grabados en la roca realizados por los bimbaches. Se encuentran en las rocas de playas, barrancos y montañas, y, muchos de ellos, aún no han sido descifrados. Estos grabados están considerados por los expertos como una página imprescindible para comprender la evolución de la escritura líbico-bereber, reconocida como uno de los primeros sistemas escritos de la humanidad.
Los amantes de las leyendas podrán dejarse seducir por la historia de la traición de Guarazoca. Cuentan que antiguamente una antigua princesa bimbache llamada Guarazoca traicionó a su pueblo por amor a un soldado castellano. La muchacha reveló a los conquistadores cómo obtenían el agua en la isla, a través del Árbol Santo de Garoé, un tilo gigante en cuyo follaje se condensaba la humedad de los vientos alisios convertida después en gotas de agua. Gracias al árbol fuente, los aborígenes habían asegurado su subsistencia, recogiendo el agua en aljibes cavados bajo su tronco. El árbol, desaparecido en 1610 aparece como símbolo de identidad en el escudo de El Hierro.
No podemos olvidarnos del famoso Lagartario. Este Centro de Recuperación del Lagarto Gigante de El Hierro, construido en 1995, ha permitido la reintroducción de casi 500 ejemplares de este reptil en las laderas de El Julán, el Jaral de La Dehesa y el Roque Chico de Salmor. En el Lagartario, otros 300 ejemplares siguen creciendo y reproduciéndose. Se trata de una especie endémica, bastante robusta y fácilmente reconocible por los tonos pardos, grises y negruzcos de su piel. Mide unos 60 centímetros y puede alcanzar los 400 gramos de peso.
Existen otros lugares que por sus peculiaridades merecen ser nombrados como el Lajial, situado muy cerca de La Restinga. Allí podremos disfrutar de este malpaís cuya morfología es muy parecida a la que tuvieron las lavas que lo conformaron al enfriarse, dando lugar a formas caprichosas y numerosos conos volcánicos. Otro lugar mágico es el Sabinar, una Zona de Uso Restringido de 262,6 ha incluida en el inventario de espacios naturales protegidos. Se encuentra en el Parque Rural de Frontera y es un símbolo de El Hierro. La sabina puede llegar a alcanzar los 8 metros de altura, tiene un tronco muy ramificado que aparece normalmente retorcido formando caprichosas figuras a causa de los fuertes vientos.
Y si disponemos de tiempo y energía podemos dar un paseo por el Parque Rural de Frontera. Con un total de 12.488 ha, este espacio protegido alberga gran cantidad de especies de fauna y flora en peligro, así como estructuras geomorfológicas relevantes. Aquí se localiza la mayor parte de la masa vegetal arbórea de la isla, entre la que destaca el semicirco de El Golfo. Otro lugar famoso es el Pozo de la Salud. Se encuentra junto a la costa, cerca de la Sabinosa. Sus aguas, que suelen rondar los 38ºC, son capaces de curar cualquier dolencia. Fueron descubiertas cuando en el siglo XVIII se realizaron perforaciones en busca de agua potable. Aunque estas resultaron ser salobres, los animales las bebían y pronto, se constató que las personas que también las tomaban mejoraban su salud y se volvían más resistentes a las enfermedades. En 1830, la fama de las propiedades curativas de estas aguas traspasó las fronteras de la isla gracias a Don Leandro Casañas Frías y fueron declaradas aguas minero-medicinales. Un siglo después, en 1949, el Gobierno declaró las aguas de Utilidad Pública.
Por último, mencionar la ermita de la Virgen. Visita obligada para aquellos que se encuentren en la isla. Merece la pena observar el gran contraste de este sencillo santuario de paredes blanquísimas con el negro suelo sobre el que se asienta y el verde de la vegetación circundante. Situado en La Dehesa, un lugar recóndito y deshabitado, alberga la talla gótico-renacentista que representa a la Virgen de los Reyes. Esta obra de arte del siglo XVI destaca por los finos y delicados rasgos que posee y por el realismo del Niño Jesús que porta la virgen.
Sencilla y tradicional. Así podríamos definir la gastronomía de El Hierro. Una cocina marcada por la utilización de ingredientes locales muy característicos donde, sin duda, el pescado es el rey. Un producto fundamental de la dieta herreña en la que lo encontramos presentado de diversas formas: a la plancha, guisado, frito… pero siempre inseparable de otro de los manjares que nos ofrece la tierra canaria: las papas arrugadas con mojo. Tú eliges: rojo o verde.
Otro as de la cocina herreña es, sin duda, el queso. Elaborado de manera artesana con leche de cabra, oveja o vaca. Un alimento que degustar con alguno de los caldos de esta isla que cuenta con su propia Denominación de Origen que certifica la gran calidad de sus vinos.
Recomendación especial es el potaje de berros, también conocido como barasa, el puchero o el rancho con papas. El cabrito, el conejo y el chivo también son manjares que podrás degustar en cualquier pueblo de la isla y, si estás en la costa, atrévete con las lapas o el escaldón. Y de postre, quesadilla, dulce típico de la isla.
Los 278 kilómetros cuadrados de esta isla albergan un preciado patrimonio natural y una enorme diversidad de ecosistemas
En el año 2000 fue declarada Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO y, en 2014, Geoparque
Es la primera isla autosuficiente del mundo, abasteciéndose únicamente de energías renovables
…En el siglo II el astrónomo greco-egipcio Ptolomeo situó el Meridiano 0 en la Punta de Orchilla de El Hierro? Durante siglos fue llamada “Isla del Meridiano” al estar considerada como el punto más occidental del mundo conocido y, aunque en 1884 el meridiano 0 fue trasladado a Greenwich, todavía algunos se refieren a ella con esta designación.
… Cristóbal Colón realizó una escala de 17 días en el hierro en 1493? Fue durante la realización de su segundo viaje a América. En aquella ocasión eligió la isla canaria de El Hierro para aprovisionarse con agua y alimentos para su expedición mientras esperaba vientos favorables para retomar su andadura.