Mediante el uso de dragas de arrastre se obtienen las muestras de roca y sedimentos semiconsolidados. Este tipo de instrumentación geológica se incluye dentro de los métodos directos que permiten obtener datos sobre el suelo marino por medio de un contacto físico con él.
Las dragas de arrastre están formadas por una estructura metálica rectangular, unida a una red que
va protegida por unas bases de cuero. Al desplazarse arrastrando sobre el fondo marino, la boca metálica rectangular, rompe
fragmentos de roca que son depositados en el interior de la red y recogidos posteriormente en superficie al izar la draga.
Para el arrastre de la draga de roca se utiliza la maquinilla de pesca. La velocidad de arrastre suele ser baja entre
2 y 3 nudos.