El término "sistema alimentario" se refiere al conjunto de actividades involucradas en la producción, procesamiento, transporte, consumo y gestión de los residuos de los alimentos. Los sistemas alimentarios tocan todos los aspectos de la existencia humana. La salud de nuestros sistemas alimentarios afecta profundamente la salud de nuestros cuerpos, así como la salud de nuestro medio ambiente, nuestras economías y nuestras culturas. Cuando funcionan bien, los sistemas alimentarios tienen el poder de unirnos como familias, comunidades y naciones.
Pero muchos de los sistemas alimentarios del mundo son frágiles y son vulnerables, como lo han experimentado de primera mano millones de personas en todo el mundo durante la crisis del COVID-19. Cuando nuestros sistemas alimentarios fallan, el desorden resultante amenaza nuestra educación, salud y economía, así como los derechos humanos, la paz y la seguridad. Como en tantos casos, los que ya son pobres o marginados son los más vulnerables.
La buena noticia es que sabemos lo que tenemos que hacer para volver a encarrilarnos. Los científicos coinciden en que la transformación de nuestros sistemas alimentarios es una de las formas más poderosas de cambiar de rumbo y avanzar hacia los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. La reconstrucción de los sistemas alimentarios del mundo también nos permitirá responder a la llamada del Secretario General de la ONU de "reconstruir mejor" a partir del COVID-19. Todos somos parte del sistema alimentario, por lo que todos debemos unirnos para lograr la transformación que el mundo necesita.