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La rabia es una zoonosis vírica, producida por un virus de tipo RNA lineal monocatenario de la Familia Rhabdoviridae y del género Lyssavirus.
Es un proceso descrito en los mamíferos, inclusive el hombre, de carácter agudo y que afecta al sistema nervioso central, provocando la muerte si no es tratada con máxima urgencia.
Agente causal: virus de la familia Rhabdoviridae; género Lyssavirus
Hospedadores: Entre los hospedadores se incluyen un gran número de mamíferos. El perro es el principal hospedador implicado, aunque existen otros hospedadores en función del área geográfica, en Europa es particularmente importante el murciélago y el zorro.
Periodo de incubación y transmisión: La transmisión del virus se produce, fundamentalmente, mediante la mordedura de un animal enfermo, o cuando su saliva se pone en contacto íntimo con heridas frescas y abiertas. Por regla general se calcula un período de incubación de 2 a 8 semanas, no obstante en ocasiones puede ser de tan sólo 10 días, también se describen casos en los que el período de incubación es de 1 año o más. Dependiendo fundamentalmente este período de la localización de la herida, en función de la cantidad de tejido nervioso afectado y su distancia al cerebro.
El periodo de transmisibilidad de un perro enfermo de rabia comprende desde que empieza a eliminar el virus por la saliva hasta que muere, no siendo este periodo superior generalmente a 10 días. Por lo tanto, los 14 días que la legislación española determina como obligatorios para mantener a un perro en observación, contados a partir de haber producido una mordedura, son suficientes para asegurar, si es que el animal sigue con vida, que no ha podido transmitir la rabia mediante esa agresión.
Laboratorio Nacional de Referencia: Centro Nacional de Microbiología, Instituto de Salud Carlos III, en Majadahonda, tanto para los casos de rabia humana como animales sospechosos.
La rabia sigue presente en el mundo, con las dos terceras partes de los países todavía infectados. La mitad de la población mundial vive en zona endémica, y más del 80% de los fallecimientos se producen en zonas rurales con poco o ningún acceso a las campañas de información sanitaria y a los cuidados tras una mordida.
África y Asia son los continentes con el más alto riesgo de mortalidad humana, con más del 95% de los casos mortales en el mundo. La rabia canina también está menos controlada en estas regiones.
Mapa de distribución de la enfermedad en el mundo
En Europa, los principales reservorios de la rabia terrestre son el zorro rojo, seguido por otros pequeños carnívoros salvajes como el perro mapache en Europa Central y el Báltico; y el murciélago en países como España. La presencia de la rabia en animales salvajes durante el los últimos años se ha concentrado en los países bálticos y de Europa del Este, de hecho en Bulgaria, Rumanía, Lituania, Letonia, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia, Polonia, Hungría y Finlandia, además de en países como Italia y Grecia (donde la rabia ha vuelto a reaparecer) disponen de Programas Nacionales de erradicación de rabia en sus territorios, responsables, en buena medida, de la reducción de casos positivos de rabia. Es en estos países es donde también se concentran los casos en los animales domésticos y de compañía.
España (territorio peninsular e islas) ha estado libre de rabia terrestre desde el año 1978, a excepción del caso de rabia importado de Marruecos declarado en junio de 2013. Las campañas de vacunación llevadas a cabo en perros dieron excelente resultado, erradicando la enfermedad de todo el territorio nacional. Únicamente en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla se dan, de forma esporádica, casos importados de rabia, en perros y algún caballo.
En España se han declarado casos de rabia transmitida por murciélagos, casi todos ellos por lisavirus europeo de murciélago tipo 1 (EBLV-1) en Eptesicus serotinus y Eptesicus isabellinus. Además, ha habido un caso por lisavirus de murciélago Lleida (LLEBV) en Miniopterus schreibersii.
La rabia es una enfermedad de declaración obligatoria. Incluida en la lista de EDO de la OMSA.
Incluida en el Real Decreto 779/2023 relativo a las EDO en España, (ver infografía).
Por otro lado, en relación con la salud pública, la rabia es una EDO de declaración urgente a la que se debe de acompañar los datos epidemiológicos básicos. (RD 2210/1995)