La mayoría de los animales utilizados en investigación deben mantenerse durante toda su vida en instalaciones controladas. Las condiciones en que se mantengan tiene consecuencias tanto para los propios animales como para la calidad de la investigación de que forman parte. Por esta razón las condiciones de mantenimiento son objeto de prolijas regulaciones y recomendaciones que tratan de conjugar ambos aspectos.
En España se han determinado tanto unos requisitos generales, como unos requisitos que serán de aplicación dependiendo de a qué grupo especifico pertenezca un determinado animal (ratones , ratas, jerbos, hámsteres y cobayas; conejos; gatos; perros; hurones; primates no humanos; animales de granja; aves; anfibios; reptiles y peces.
Estos requisitos están basados principalmente en lo establecido en el Convenio Europeo para la protección de los animales vertebrados utilizados para fines experimentales u otros fines científicos.