La Peste porcina africana (PPA) es una enfermedad vírica altamente contagiosa, que afecta a los cerdos domésticos y salvajes de todas las razas y edades.
El virus que causa la PPA es el único miembro de la familia Asfarviridae, género Asfivirus. Sólo hay un serotipo reconocido del virus. Según la virulencia del virus, el curso de la enfermedad puede variar desde hiperagudo y agudo, con niveles de mortalidad y morbilidad próximos al 100%, hasta subagudo o crónico con menor mortalidad. Las cepas más virulentas producen una enfermedad hemorrágica sobreaguda o aguda. El cuadro hemorrágico no puede distinguirse del producido por la Peste porcina clásica, por lo que es imprescindible hacer un diagnóstico diferencial a nivel de laboratorio.
Actualmente se han descrito 24 genotipos diferentes, todos ellos originarios de África Oriental y Meridional. El genotipo es el reflejo de la variabilidad de un segmento de un solo gen. Por lo que se sabe, no determina virulencia, ni otros parámetros de la enfermedad. El genotipo II es el único presente en Europa y Asia, excepto en Cerdeña donde permanece el genotipo I de forma endémica desde hace décadas.
La transmisión de la enfermedad puede producirse por contacto directo e indirecto, donde hay que destacar el importante papel que juegan en la transmisión las garrapatas del género Ornitodorus, que se comportan como vectores y que tienen la capacidad de albergar durante largos periodos de tiempo el agente patógeno con plena capacidad infectiva; y los jabalíes, que pueden contagiar la enfermedad a las poblaciones de cerdo doméstico.
No afecta a los humanos.