Escherichia coli (E. coli) es una bacteria presente frecuentemente en el intestino distal de los organismos de sangre caliente (mamíferos y aves) y generalmente inofensivo para el huésped. Sin embargo, algunas de ellas se han asociado con enfermedades gastrointestinales tanto en humanos como en animales. Estas cepas de E. coli se han clasificado en grupos de patogenicidad (patogrupos), en función de sus propiedades de virulencia.
Uno de estos patotipos es E. coli productora de toxina Shiga (ó Vero), STEC (VTEC), constituyen un importante problema de salud pública ya que pueden causar síntomas graves como colitis hemorrágica (CH) y el síndrome urémico hemolítico (SUH) en un 10% de los casos, afectando especialmente a niños pequeños y ancianos.
STEC se caracteriza por la producción de potentes citotoxinas que inhiben la síntesis de proteínas dentro de las células eucariotas. Estas toxinas, anteriormente denominadas verocitotoxinas (Vtx) debido a su actividad sobre las células Vero, ahora se conocen como toxinas Shiga (Stx), debido a su similitud con la toxina producida por Shigella dysenteriae.
Los rumiantes son el principal reservorio. La mayoría de los casos graves en todo el mundo están causados por cepas pertenecientes a los serogrupos O157, O26, O111, O103 y O145. La evaluación de la patogenicidad se basa cada vez más en la determinación de los genes de virulencia en detrimento de los marcadores fenotípicos como el serogrupo.