La enfermedad de Newcastle (EN) es una infección altamente contagiosa y con frecuencia severa que existe en todo el mundo y afecta a las aves, incluidas las aves de corral domésticas. Es causada por cepas virulentas de paramixovirus tipo 1 (APMV-1), un virus de la familia de los paramyxovirus. La enfermedad aparece en tres formas: lentogénica o leve, mesogénica o moderada, y velogénica o muy virulenta. Por esta razón, dicha enfermedad se encuentra incluida como enfermedad de notificación obligatoria inmediata (antes de 24 horas desde su detección) tanto a nivel internacional a través de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), como a nivel de la Unión Europea donde está incluida como enfermedad de categoría A.
La EN se transmite a menudo por contacto directo con aves enfermas o portadoras. Las aves infectadas pueden transmitir el virus en sus heces y contaminar el medio ambiente. La transmisión puede ser por contacto directo con las heces y las descargas respiratorias o mediante los alimentos, agua, equipo y prendas de vestir contaminadas.
La enfermedad de Newcastle es una zoonosis y puede causar conjuntivitis en el hombre, pero suele ser muy leve y limitada.
En la mayor parte de países con producción avícola a escala comercial, se practica la vacunación profiláctica.