La Arteritis viral equina (AVE) es una enfermedad contagiosa que afecta a los équidos domésticos y salvajes, camélidos, como las alpacas y las llamas. El virus de la AVE se identifica como miembro del género Arterivirus, de la familia Arteriviridae, orden Nidovirales con ARN monocatenario y con polaridad positiva. La transmisión del virus puede tener lugar por vía respiratoria, venérea o por vía congénita. No se ha descrito la transmisión mediante insectos y no existe ningún indicio de que el virus de arteritis equina pueda infectar a los humanos.
Es una enfermedad de declaración obligatoria en la UE (categoría D+E).
La enfermedad tiene generalmente carácter subclínico o puede provocar: fiebre, abatimiento, anorexia, conjuntivitis, edema en cabeza, párpados, extremidades posteriores patas y en los genitales de los sementales (escroto y prepucio), rinitis, reacción cutánea de tipo urticario, abortos, neumonía fulminante, enteritis, colitis, necrosis de las arterias pequeñas o neumoenteritis en potros jóvenes.
Excepto por la mortalidad en potros jóvenes, la frecuencia de casos con mortalidad en los brotes de AVE es muy baja. Por lo general, los caballos afectados se recuperan por completo desde el punto de vista clínico. En un porcentaje variable de sementales infectados se establece un estado de portador crónico, pero no en yeguas, caballos castrados ni potros sexualmente inmaduros.