La sostenibilidad ambiental se integra en las actuaciones de regadíos a través de la evaluación de impacto ambiental de los proyectos , que analiza los posibles impactos negativos que se puedan generar, para garantizar una adecuada prevención de los mismos y establecer, en su caso, medidas eficaces de corrección y compensación. También incluye las medidas de seguimiento y vigilancia correspondientes.
En el caso de proyectos de modernización enmarcados en la política de desarrollo rural de la PAC que se cofinancian con fondos europeos FEADER, se imponen condicionantes ambientales específicos que han de cumplir y que contribuyen a su sostenibilidad ambiental.
Asimismo, a los proyectos incluidos en el Plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos incluido en el PRTR, se les exige cumplir un condicionado ambiental especial para poder ser financiados a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Todos deben cumplir el principio de “no causar daño significativo” (DNSH en sus siglas en inglés) a los seis objetivos ambientales recogidos en el Reglamento de Taxonomía para contribuir a la transición hacia una economía verde.
El cumplimiento del principio DNSH se aborda desde la elección de la alternativa adoptada en cada proyecto y a través de la integración de mejoras ambientales. Se han definido medidas ad hoc para este Plan que se detallan en el apartado
correspondiente.