La principal fuente de suministro de agua para el regadío es el agua superficial, que representa el 74 %, seguido del agua subterránea (24 %). En España, cada vez más, y como consecuencia de la escasez del recurso agravada por el cambio climático, se están usando otras fuentes de agua no convencional, como son las aguas residuales (0,4 %) o las desalinizadas (1,6 %). Actualmente se riegan 57.142 ha con aguas depuradas y 20.550 ha con agua desalinizada.
En cuanto a los principales cultivos de regadío (datos ESYRCE 2021):
Los cereales son el grupo de cultivo con mayor superficie de regadío (932.962 ha – 24,2%) seguidos por olivar (875.531 ha – 22,7%), frutales no cítricos (399.281 ha – 10,3%) y viñedo (397.651 – 10,3%). Estos cuatro grupos de cultivos suponen el 67,5% de la superficie total de regadío en nuestro país.
Además, destacan tanto los cítricos como el grupo de hortalizas y flores, con un 93,4% y 88,4% respectivamente de superficies irrigadas respecto a la superficie total de los mencionados cultivos.
Según el tipo de sistema de riego utilizado en cada grupo de cultivos:
El riego por gravedad se utiliza principalmente para los grupos de cereales y forrajeras así como en los huertos familiares.
El riego por aspersión destaca fundamentalmente en los tubérculos, leguminosas, cultivos industriales y cereales.
El riego localizado es el sistema mayoritario en frutales, cítricos y no cítricos. De igual forma, olivar y viñedo se riegan casi exclusivamente con riego localizado.
En el grupo de las hortalizas destaca el sistema de riego localizado (56,85%), donde se incluye la superficie de invernadero.