En la 45ª reunión ampliada del Comité del Patrimonio Mundial, celebrada del 10 y al 25 de septiembre en Arabia Saudita, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) inscribió en la Lista del Patrimonio de la Humanidad 42 nuevos lugares de especial interés, entre ellos la Menorca Talayótica.
Con estas nuevas inscripciones actualmente la lista asciende a un total de 1.259 lugares, sumando 993 de especial interés cultural, 227 parajes naturales y 39 de carácter mixto.
Menorca cuenta con un importante número de yacimientos prehistóricos, datados entre la Edad de Bronce (1.600 a.C.) y la Edad de Hierro (123 a.C.), los cuales han caracterizado el paisaje y el patrimonio arqueológico de la isla.
Esta época prehistórica insular recibe el nombre de Menorca Talayótica debido a las características culturales de los poblados prehistóricos menorquines, que se diferencian del resto de culturas prehistóricas halladas en la cuenca mediterránea occidental.
Estos asentamientos se caracterizaron por el uso de grandes bloques de piedra, originando una arquitectura ciclópea. Ejemplo de estas construcciones son los taula o talayots, monumentos megalíticos en forma de “T” exclusivos de la isla de Menorca.
La mayoría de los poblados o asentamientos talayóticos están situados en la mitad meridional de la isla. Uno de los más representativos es el poblado talayótico de Torre d’en Galmés, el más grande documentado en el archipiélago balear. También destacan los poblados de Binissafullet, Trepucó, Torretrencada, Son Catlar o Torrellafuda; además de diversas sepulturas encontradas en la necrópolis de Calescoves o la necrópolis de Cala Morell.
Este itinerario recupera un antiguo sendero que recorre todo el litoral de la isla, atravesando los municipios de Alaior, Ciutadella de Menorca, Es Migjorn Gran, Ferreries, Mahón, Es Mercadal, Sant Lluis y Es Castell, con una longitud de 185 km.
Su origen se remonta hacia los siglos XIV y XIX, durante los cuales el principal sistema defensivo de la isla se basó en las caballerías. Una guardia montada que recorría antiguamente este trazado, el cual comunicaba las principales fortalezas de la costa, para defender la isla contra asedios e incursiones de piratas y corsarios.
Una función militar que posteriormente se vio diversificada, llegando a ser empleado por pescadores y lugareños como sistema de comunicación entre las ciudades costeras y que actualmente sirve como ruta senderista y ciclista.
El Consell Insular de Menorca celebra este mes de octubre otra efeméride, el 30 Aniversario de la declaración de la isla como Reserva de la Biosfera.
Un título otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como parte del Programa Hombre y Biosfera (MaB), cuya finalidad consiste en crear una base científica y sociológica para mejorar la relación del ser humano para con su entorno natural. Una red dinámica que pretende conservar la biodiversidad y salvaguardar los ecosistemas, mediante un uso sostenible y preservador de los recursos naturales.
La isla de Menorca, declarada Reserva de la Biosfera el 8 de octubre de 1993, se encuentra dentro de la Red Española de Reservas de Biosfera y es una de las 748 reservas, repartidas por 134 países, que conforman actualmente el programa.
En el año 1972 tuvo lugar la primera Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural como proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En dicha convención se estableció que determinados lugares del planeta con un excepcional valor debían pertenecer a un patrimonio común a toda la humanidad.
Actualmente ha sido ratificada por 193 países con el objetivo de conservar y proteger dicho patrimonio, el cual se encuentra recogido en la Lista del Patrimonio Mundial, que hoy en día incluye 1.259 lugares a lo largo del mundo.