La Nava es la primera zona donde se ha intervenido con motivo de la restauración fluvial del río Ebro en Alfaro (La Rioja) y Milagro (Navarra). Este proyecto, integrado en la Estrategia Ebro Resilience tenía como objetivo recuperar ecosistemas y reducir la peligrosidad por inundación en la confluencia de los ríos Ebro y Aragón, junto con la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático y la mejora del estado de las masas de agua.
La intervención es fruto de la coordinación entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Confederación Hidrográfica del Ebro, el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Alfaro y ha contado con una inversión de 2,2 millones de euros.
Las obras, que comenzaron a finales de 2019, han logrado recuperar 30 hectáreas para el espacio fluvial, retranqueado 1.376 metros de mota hacia la margen. Además, se han plantado 14.000 árboles y cerca de 17.000 arbustos, y se ha creado un humedal de 12.000 m2 interconectado con el cauce que, con más de 1.300 plantas acuáticas, ha permitido crear un hábitat propicio para el visón europeo.
Estas obras han afectado al Camino Natural del Ebro, ya que la etapa 19.2, que discurre entre el Rincón del Soto y Castejón, ha tenido que modificar su trazado para adaptarse a esta nueva configuración del espacio fluvial. El recorrido, que anteriormente seguía un trazado paralelo al cauce del río, se ha desviado hacia el interior ya que, entre otras cosas, anteriormente atravesaba una antigua chopera situada en el espacio que actualmente ocupa el nuevo humedal.
Además, se ha instalado una nueva señalización que permite al paseante localizar estos nuevos espacios naturales y hacer una pausa en el camino disfrutando de la Reserva Natural de los Sotos del Ebro.
Paradójicamente, de esta manera se aumentó el riesgo de inundación en las zonas aledañas, convirtiendo el río en uno más estrecho, profundo y rápido, más agresivo y desbordable. Esas mismas defensas levantadas para proteger los campos, impiden que las aguas retornen al cauce una vez desbordadas, lo que aumenta el tiempo en que quedan anegados los cultivos.
La mota del Paraje de La Nava estrechaba el cauce en un punto en el que debería ensancharse, lo que producía desbordamientos habitualmente, empeorando el estado ecológico del cauce y poniendo en riesgo su biodiversidad.
Además, los desperfectos ocasionados por las inundaciones en las infraestructuras de uso general del Camino Natural del Ebro suponían un riesgo para los usuarios que, a partir de ahora, podrán de nuevo disfrutar del paraje de La Nava, de su nuevo humedal y de este rico ecosistema de ribera.
Descubre esta impresionante obra en el vídeo “Restauración fluvial en el entorno de La Nava, en Alfaro (La Rioja)”