Con sus más de 1.000 kilómetros de longitud, el Camino Natural del Guadiana es un itinerario diseñado para ser recorrido por senderistas y ciclistas. Esta ruta de largo recorrido se construyó aprovechando el gran potencial que ofrecía el río Guadiana.
Con el paso del tiempo, el propio uso del camino, los fenómenos meteorológicos o el ocasional tránsito de medios mecánicos o animales hacen que tanto el camino como los elementos instalados para su correcto uso y disfrute, como señales, talanqueras o áreas recreativas, se deterioren.
A esto hay que sumar, en algunos casos, el suceso de determinados actos vandálicos que hacen necesario un mantenimiento periódico para poder garantizar a los usuarios el uso del camino en las condiciones óptimas de seguridad.
Desde que el Ministerio pusiese en servicio este camino natural, ha sido necesario llevar a cabo varias actuaciones de acondicionamiento con el objetivo de mantenerlo en unas condiciones adecuadas. En esta última ocasión, se ha realizado una inversión de 408.442 euros que se ha empleado en labores de desbroce de vegetación, para facilitar el tránsito de los usuarios y la correcta visualización del mobiliario y las señalización, reposición de señalización y mobiliario deteriorado, así como mejoras puntuales del firme.
Todos estos trabajos han sido ejecutados, dirigidos y financiados en su totalidad en el marco del Programa de Caminos Naturales.
El Camino Natural del Guadiana atraviesa las provincias de Albacete y Ciudad Real en Castilla-La Mancha, de Badajoz en Extremadura y de Huelva en Andalucía, por lo que ofrece al usuario una amplia oferta paisajística y cultural. En este sentido cabe destacar los espacios naturales protegidos del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera o el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, además de una decena de espacios incluidos en la Red Natura 2000.
En cuanto al patrimonio cultural destacan, entre otros muchos, el Castillo de Calatrava, el yacimiento ibérico-medieval de Alarcos, el Castillo de Medellín o la ciudad de Mérida, cuyo conjunto arqueológico fue declarado como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1993.