La participación de la Red de Caminos Naturales en FITUR 2022 terminó con un broche de oro, la presentación del Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei, sin duda uno de los más emocionantes de este conjunto de itinerarios.
Se trata de un camino que discurre por un entorno privilegiado que permite al usuario disfrutar de un excepcional patrimonio natural, histórico, artístico y cultural en una zona rebosante de vida que ofrece una panorámica diferente en cada época del año. Así lo describió Cristian Reguera, responsable de turismo del ayuntamiento de Viacamp y Litera de la comarca de La Ribagorza.
Reguera, dio paso a un vídeo emitido en la televisión autonómica aragonesa en la que se pudo apreciar la espectacularidad del paisaje que el usuario encontrará al realizar este recorrido. La ruta a seguir conecta el núcleo de Montfalcó, situado en la comarca oscense de La Ribagorza y que actualmente está deshabitado, con el sendero de gran recorrido GR-1, concretamente en la etapa de La Masieta-Corçà, en la comarca de La Noguera, en Lleida.
Lo más llamativo de este camino natural es un sistema de escaleras aéreas de madera no aptas para los que sufren de vértigo. Se trata de una serie de infraestructuras ancladas en las paredes verticales del Montsec de l’Estall. El primer tramo de escaleras salva una verticalidad de 33 metros y cuenta con 132 escalones, mientras que el segundo, salva una verticalidad de 50 metros con un desarrollo horizontal en zigzag de alrededor de 100 metros. Tiene 156 escalones.
Estas construcciones, cuya mayoría de elementos fueron colocados a mano y transportados hasta la zona mediante helicópteros, se completan con el puente colgante de Siegué. Con 36 metros de longitud, este puente salva las aguas del embalse de Canelles, frontera natural entre Aragón y Cataluña.
El paisaje que encontramos en el Camino Natural de Montfalcó al Congost de Mont-rebei es de tipo mediterráneo, destacando los robledales, así como algunos ejemplares de pino laricio, zona donde habitan aves rapaces como el quebrantahuesos, el águila real, el alimoche o el halcón peregrino.
En el punto final del camino nos encontraremos ante una encrucijada. Siguiendo hasta el norte por el norte por el GR-1 llegaremos hasta Congost de Mot-rebei, hacia el sur, ascenderemos hacia el refugio de Mas de Carlets, la ermita románica Mare de Déu de la Pertusa y las localidades de Corçà y Àger.
El visitante podrá disfrutar de algunas joyas arquitectónicas de carácter defensivo, sobre todo castillos y torres, debido a la condición de frontera natural de esta zona. Los más conocidos son el Castell de Chiriveta, la Torre de Viacamp o Torre de Alsamora. Igualmente encontramos ejemplos de arquitectura medieval como las ermitas de Santa Quiteria de Montfalcó, San Vicente de Finestras o Santa María de la Clua.