Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Camino Natural de La Palma

Virginia y Elena llevan varios años trabajando en el Cabildo Insular de La Palma. Ambas son Ingeniera Técnico Forestal y, aunque actualmente sus funciones son algo dispares, ambas han pasado por el Servicio de Medio Ambiente y coinciden en afirmar que la parte que más les gusta de su trabajo es el contacto con la naturaleza. También van a la par cuando aseguran que, sin duda, la parte más difícil es cuando se producen algunas situaciones de emergencia que escapan de su control, como los incendios forestales o la reciente erupción del volcán Cumbre Vieja. A pesar de todo tienen claro que su labor es apasionante porque “ningún día es igual” y, además, les brinda un sin par privilegio: disfrutar y conocer en profundidad La Isla Bonita.

PREGUNTA: Ambas trabajan en el Cabildo Insular, en el área de Medio Ambiente ¿Podrían explicarnos cuáles son los objetivos de su departamento y en qué consiste la labor que realizan?

ELENA CASTRO: Nuestra Comunidad Autónoma tiene una peculiar configuración puesto que el Gobierno de Canarias traspasó un gran número de competencias a los Cabildos Insulares. Así, en materia de medio ambiente, entre otras, los Cabildos se encargan de realizar aprovechamientos forestales, prevención y extinción de incendios, gestión y conservación de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos y de la Red Natura 2000, conservación, protección y mejora de la flora, fauna y hábitats, educación ambiental, uso público (senderos, aéreas recreativas… )…

Por lo tanto, tenemos muchos frentes abiertos. Además, las emergencias consumen mucho tiempo y muchos recursos. La última ha sido el volcán, pero hemos sufrido grandes incendios forestales en 2000, 2005. 2009, 2012 (dos), 2016, 2020 y 2021. El mayor porcentaje de este tipo de incendios de Canarias.

P: La Isla de La Palma alberga más de 20 espacios protegidos, incluyendo un parque nacional, dos parques naturales y una reserva marina ¿cómo se gestiona todo eso?

VIRGINIA SÁNCHEZ: En primer lugar, hay que conocer muy bien la normativa de cada espacio, esto ayuda, y mucho, a la hora de tomar decisiones. Cada espacio tiene sus limitaciones y posibilidades de gestión, hay algunos espacios que requieren de más atención que otros, ya sea por el alto nivel de sensibilidad o simplemente porque es un lugar más explotado turísticamente.

EC: Es complicado, sí, pero lo bueno es que en La Palma los potenciales impactos sobre estos espacios no son muy elevados, o por lo menos son menores que en otros lugares, habida cuenta que existen factores como la densidad de población, que es menor que en otras islas; y el desarrollo turístico, también menor… No hay un turismo de masas, sino más bien de naturaleza; el sector primario sigue teniendo peso. Y hay ciertos espacios que, por su lejanía e inaccesibilidad no sufren impactos antrópicos o son escasos, y otros en los que, desde mi punto de vista, sería necesario realizar una gestión activa. Tenemos un amplio margen de mejora en este sentido.

P: Antes de entrar a hablar del Camino Natural es obligado preguntar por la erupción en Cumbre Vieja del pasado mes de septiembre ¿Cómo vivieron esta circunstancia y en qué medida se ha visto afectado el trazado del Camino Natural de la Palma?

VS: A mí personalmente me ha tocado vivirlo en un momento muy delicado de mi vida. Acababa de ser madre por segunda vez y me encontraba de baja maternal. El tener que enfrentarte todos los días a una mala noticia tras otra, con el ruido del volcán y los continuos temblores no fue nada fácil. Muchos familiares y amigos perdieron todo o parte importante del esfuerzo de toda una vida y a esto se une a que, a día de hoy, ni yo misma he podido regresar a mi casa por estar en zona de exclusión por alto nivel de gases tóxicos.

El trazado del Camino Natural GR 130 se ha visto afectado en una extensión aproximada de casi 3 kilómetros, ya que ha quedado sepultado bajo la lava un tramo de sendero que transcurría entre paredes de piedras tradicionales y casas muy integradas en el entorno. El nombre de la zona lo describe muy bien “El Paraíso”.

EC: El volcán, aunque es un fenómeno natural y recurrente en las islas Canarias, está siendo una experiencia dura para la población. Como anécdota, el día que estalló el volcán una compañera estaba de guardia y me solicitó que la acompañara a la zona: fueron horas de incertidumbre total, no sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, ni teníamos experiencia en incendios forestales provocados por un volcán. Con el paso de las horas, pudimos evidenciar que el propio ambiente creado por la lava consumía el oxígeno y la vegetación que ardía se auto apagaba.

P: Sabemos que hay partes del itinerario que permanecen cerradas al uso ¿Cuál es la situación actual de la infraestructura? ¿Tiene proyectado el Cabildo en un futuro inmediato volver a dar continuidad a este Camino Natural?

EC: Por un lado, está el tramo ya mencionado de casi tres kilómetros que ha sido sepultado por lava. La idea es, en un futuro, poder reconstruirlo. Ahora bien, no se sabe cuándo se podrán acometer estas obras. Primero, hay que dejar que las lavas se enfríen, hacer los correspondientes estudios, que los científicos den el visto bueno... Esperemos que estas actuaciones se puedan acometer en un futuro cercano.

Por otro lado, parte de la conocida como “Ruta de los Volcanes” está cerrada en la actualidad entre el Refugio de El Pilar y Los Canarios. El tramo cerrado al tránsito transcurre por la zona alta del volcán, donde continúan las mediciones de gases. La seguridad es lo primero, aunque parece que podrá abrirse en un breve espacio de tiempo. Sí está abierto, sin embargo, el tramo entre Los Canarios y el Faro de Fuencaliente.

P: Las pérdidas causadas por la erupción volcánica han sido cuantiosas para la Isla, ¿cómo ha repercutido en el CN?

EC: Las pérdidas han sido muchas, muy variadas y aún por cuantificar. Esto ha repercutido tanto directamente en el Camino Natural por la desaparición de un tramo, que ya no existe, como indirectamente: caída de ceniza (en ocasiones sepultando la traza), afección a la vegetación y a la fauna…

P: ¿Creen que la erupción podrá ser aprovechada por el CN para potenciar el turismo científico o el de volcanes? ¿Aprovecharán para crear o adaptar nuevas rutas para que el usuario pueda apreciar las consecuencias de la erupción?

VS: Sí, de hecho, ya de cara a la Semana Santa se prevé abrir un tramo de sendero, lo que era la antigua Pista de Cabeza de Vaca, que actualmente en gran parte de su recorrido ha desaparecido bajo las cenizas. Se están estructurando los senderos de la zona para hacer rutas desde los diferentes centros de interés turístico de los alrededores para poder aproximarse a la zona donde se encuentra la boca del volcán.

EC: Estoy de acuerdo con Virginia. El volcán es un ejemplo de fuerza de la naturaleza. Su contemplación deja sin aliento. Por lo menos a mí. Merece la pena admirarlo. Y desde el punto de vista científico se presenta una ventana de estudio única. Además, aunque la erupción es todavía muy reciente, habrá que modificar el planeamiento de los espacios protegidos afectados (Parque Natural de Cumbre Vieja y Monumento Natural de Los Volcanes de Aridane) para contemplar la nueva realidad física e incluso plantearse una nueva delimitación.

P: Centrándonos en el Camino Natural de La Palma, éste recorre toda la isla uniendo varios espacios protegidos. Para ello se han utilizado dos senderos de gran recorrido: el llamado Camino Real de La Costa y Medianías y el conocido como “El Bastón” ¿En qué momento se decide unirlos y crear esta gran infraestructura? ¿Cómo fue el proceso?

EC: Los Caminos Naturales existentes son la suma de los dos senderos de Gran Recorrido de La Palma. Por un lado, tenemos el Camino Real de Costa y Medianías (GR130) que, como su nombre indica, va uniendo los principales núcleos poblacionales alrededor de la Isla. Son 159 kilómetros de trazado muy heterogéneo, zonas urbanas, cultivos de medianías, litoral costero, profundos barrancos, pinares, laurisilva, cardonales…

Por otro lado, tenemos El Bastón (GR131) con un trazado más de montaña de 86,9 kilómetros que surge de la unión de dos rutas muy consolidadas entre el colectivo senderista: la Ruta de los Volcanes y la Ruta de la Cresteria que recorre toda la cresta de la Caldera de Taburiente. Es uno de los caminos más exigentes y a la vez más atractivos de La Palma. Alargando estas rutas hasta la costa, tanto por el norte como por el sur, surge el GR131, cuyo dibujo visto sobre el mapa asemeja a un bastón.

La unión de estos caminos da como resultado un Camino Natural excepcional, sorprendente y muy diverso, ya que a lo largo de su trazado, recorre todos los paisajes posibles de La Palma: playa, costa, barranco y acantilado en el Puerto de Tazacorte; plataneras y cultivos de medianías mientras asciende por los pisos basal y termófilo; elegantes pinares, tanto en el norte como en el sur de la ruta: vegetación de cumbre en las crestas casi desérticas de los alrededores del Roque de los Muchachos; monteverde y laurisilva en La Hilera, allí donde el mar de nubes y la niebla sorprenderán al senderista; volcanes antiguos y recientes, coladas de lavas, campos de lapilli o “picón”… Y, como colofón a toda esta variedad, las Salinas de Fuencaliente. Y todo ello desde una posición elevada, de dominio visual de toda la Isla.

P: Actualmente, ¿Qué labores desempeña el Cabildo para el mantenimiento y continuidad del Camino Natural?

EC: Los Caminos Naturales requieren un mantenimiento continuo: mantener la traza en condiciones óptimas; limpieza y desbroce; mantenimiento de la estabilidad de las laderas y los terrenos donde discurre para afectar lo menos posible a los elementos naturales y patrimoniales; mantener los elementos estructurales y de tránsito, fundamentalmente muros de contención y escalones o rampas utilizando materiales naturales obtenidos del entorno. Mantener barandas, miradores y el sistema de señalización, etc.

Aunque no todos los tramos tienen la misma necesidad de inversión y mantenimiento. Por ejemplo, el tramo de crestería es uno de los que más esfuerzo requiere debido a la climatológica de alta montaña y a la lejanía de pistas de acceso y carreteras que hace complicado tanto llegar como transportar hasta allí los materiales necesarios para realizar las correspondientes obras. Otro tipo de tramo que necesita un mantenimiento más asiduo son también aquellos que pasan por barrancos encajonados y escarpes en los que se producen constantes desprendimientos y erosión.

P: Sin duda toda esta zona ofrece un sinfín de atractivos, como por ejemplo la flora autóctona de la isla ¿Qué tipo de vegetación o especies singulares nos permite conocer el CN?

EC: Este Camino Natural tiene el don de mostrar todos los pisos de vegetación de la isla. El piso basal o infracanario se encuentra en la franja costera por debajo de los 300 metros de altitud y las temperaturas cálidas y las mínimas precipitaciones determinan una vegetación rala y xerófila. Luego tenemos el piso termocanario seco, a veces llamado también termófilo, que llega hasta los 500 metros de altura. El mar de nubes afecta a este piso en ocasiones, por lo que las precipitaciones son algo más elevadas y la temperatura algo inferior, dando lugar a especies características como las palmeras y las sabinas. En el piso termocanario subhúmedo, existe un claro dominio del monteverde. Ocupa la franja norte y este de la Isla, entre los 500 y los 1400 metros de altitud, lo que coincide con el mar de nubes. Las precipitaciones son abundantes y las temperaturas suaves por lo que abunda la laurisilva, un bosque perennifolio con gran diversidad de especies, y el fayal brezal.

El piso mesocanario seco se caracteriza por la existencia de pinares y ocupa toda la isla hasta unos 2000 metros de altura. Aquí las precipitaciones disminuyen notablemente, ya que la influencia del mar de nubes es menor, y las temperaturas son algo más extremas, más frías en invierno y más cálidas en verano. Y terminamos con el piso supracanario seco, o clima de cumbres. Se da en las zonas más altas de la Isla, especialmente en las cumbres que bordean la Caldera de Taburiente. Las precipitaciones son muy escasas, tanto como en la zona costera, y las temperaturas son muy frías en invierno y cálidas en verano.

P: De los increíbles paisajes que atesora la Isla Bonita ¿cuáles serían los más peculiares o llamativos en su opinión?

VS: Yo no sabría elegir uno en concreto. La zona del Faro de Fuencaliente, esa mezcla de volcanes, mar y salinas me apasiona. La laurisilva es un viaje a la era terciaria, a veces me da la sensación que va a salir un dinosaurio de esos helechos gigantes y visitar el Roque de los Muchachos siempre me hace pensar cómo es posible que un sitio tenga tanto color. La inmensidad del vacío que se siente en algunos barrancos en la ruta de los Volcanes a su paso por la zona del Roque, a veces te hace desear ser uno de los cuervos que en muchas ocasiones te acompañan en el recorrido.

EC: Para mí también es difícil destacar uno en especial, pero, entre los más peculiares o llamativos, me atrevo a destacar el tramo de crestería, esas cumbres que bordean la Caldera de Taburiente con gran amplitud visual. Si se visita durante la floración mucho mejor porque el contraste es brutal. La ruta de los volcanes es otro clásico insuperable y, como dice Virginia, hay que finalizarla en el Faro de Fuencaliente, junto a las Salinas, si es con un baño en el mar, un buen pescado y un vino de malvasía tanto mejor. Este paisaje contrasta con el verdor y la densidad del bosque de laurisilva, también visita obligada. La verdad es que no me canso nunca de recorrer la costa norte con sus barrancos y sus pequeños pueblos en los que el tiempo parece que no haya pasado.

P: ¿Y qué podrían contarnos de sus pueblos? ¿cuáles son los más peculiares, aquellos que no deberíamos dejar de visitar?

EC: El tramo de Camino Natural coincidente con el GR130 conecta los núcleos poblacionales más importantes, entre ellos los pueblos más bonitos de la Isla. Entre los más bonitos y pintorescos destacan El Tablado y San Andrés. Pero no hay que dejar de visitar tampoco la parte antigua de Santa Cruz de La Palma, Los Llanos o Tazacorte.

P: A nivel histórico, La Palma estuvo habitada por aborígenes que llamaban a la isla “Benahoare” ¿qué pueden contarnos de los elementos patrimoniales o culturales que nos han dejado como legado estos antiguos pobladores?

EC: La isla de La Palma atesora un importante patrimonio cultural. No solo por la riqueza en yacimientos arqueológicos, entre los que destacan algunas de las mejores estaciones de grabados del Archipiélago como la Cueva de Belmaco o La Zarza, sino también por los abundantes restos de túmulos de las cumbres de La Caldera. Además, en el tramo de crestería se pueden observar petroglifos y antiguos paraderos pastoriles prehispánicos.

P: Existen varias leyendas relacionadas con la Isla ¿Nos contarían alguna?

EC: A mí una de las que más me gusta es la de La Pared de Roberto (el diablo). Cuentan que el Ángel Caído construyó una noche un paredón en los aledaños del Roque de Los Muchachos, interrumpiendo el camino real entre Santa Cruz de La Palma y Garafía. Este muro fue roto por un mozo enamorado que lo descubrió cuando iba a visitar a su doncella en Aceró (antiguo catón de La Caldera). Al grito mágico de “¡Va el alma y el cuerpo por pasar!” se convirtió en una bola incandescente que rompió el muro, pero perdió la vida en el proceso. Su enamorada amaneció muerta también y allí donde la sepultaron, en la misma zona del Roque, brotaron pensamientos de cumbre (Viola palmensis), flor que tomó el color azul de los ojos de la muchacha.

Otra leyenda muy curiosa es la de La Luz de El Time que cuenta que una noche sin luna, una mujer llevaba a su hijo enfermo hacia el Santuario de las Angustias recorriendo el camino de El Time. Buscaba desesperada una cura para el mal que se cernía sobre su hijo. El viento y la lluvia apagaron su farol, y en su desesperación vio una cruz de tea que despedazó para hacer una antorcha. La tea daba una poderosa luz que la llevó al Santuario y al poco su hijo sanó. La mujer regresó con una pesada cruz que colocó en el mismo lugar de aquella cruz de tea y, en ese momento, se le apareció la Virgen, que perdonó su sacrílega acción. Desde entonces, cuentan que por las laderas de Amagar se suele ver una luz – la Luz del Time- a la espera de guiar a los caminantes.

P: En vuestra opinión, ¿cuáles son las características más reseñables de este CN?

EC: La palabra que mejor caracteriza este Camino Natural es la diversidad. El visitante que llega por primera vez a La Palma queda siempre sorprendido por la enorme variedad de paisajes que se encuentran en ella. Ello se debe principalmente al efecto que el relieve de la Isla tiene sobre los vientos y las precipitaciones, así como a su importante desnivel y lo abrupto de su topografía. En un recorrido relativamente corto se puede llegar a pasar por todos los pisos de vegetación de la Isla: cardonal-tabaibal; termófilo; monteverde; pinar canario; y vegetación de cumbre.

P: Seguro que después de leer esto, nuestros seguidores están deseando acudir al Camino Natural de La Palma, ¿podrían indicarles de qué manera lo pueden recorrer?

EC: Mi consejo es que se tomen un poco de tiempo para planificar los recorridos en función de los gustos y la capacidad física de cada uno. A pesar de que la Isla es pequeña, hay muchos recorridos diferentes de interés. Además, a la hora de elegir la ruta a llevar a cabo es muy recomendable consultar la meteorología.

La parte de Camino Natural correspondiente al GR130 es más fácil de organizar puesto que conecta núcleos de población, por lo que se dispone de servicio público de guaguas y lugares para pernoctar. En cambio, existen ciertos tramos del tramo coincidente con el GR131 solitarios y alejados por lo que se sugiere que se informen bien antes de emprender el camino.

P: Con un itinerario de estas características, que une distintas poblaciones entendemos que se habrá registrado un impulso de las economías locales de la isla ¿Podrían indicarnos qué beneficios concretos ha traído la adaptación de esta infraestructura a los municipios de la zona?

EC: Los beneficios directos de esta infraestructura se han notado sobre todo en un aumento del turismo rural, lo que ha repercutido tanto en alquileres como en empresas de restauración, comercios, mercadillos, consumo en general de productos locales, empresas de transporte y senderismo, etc.

P: Estamos en una zona que ya de por sí atrae mucho turismo, pero ¿han notado si el CN ha servido para aumentar el número de visitas o ha ayudado a promover otras tipologías de turismo?

EC: El modelo turístico de La Palma es parecido al de El Hierro y La Gomera y alejado del modelo turístico de grandes infraestructuras, sol y playa del resto de las islas. El turista que llega a la Isla busca naturaleza, tranquilidad, gastronomía y experiencias. Y esto, además del senderismo, promueve un tipo de demanda concreta de actividades relacionadas con el turismo activo como puede ser la práctica del parapente, piragüismo, buceo, avistamiento de cetáceos, además de experiencias que acercan la gastronomía local y su modo de producción al visitante como el enoturismo.

P: Venimos de pasar años muy malos con el tema COVID y la erupción volcánica en Cumbre Vieja por eso, ¿Cuáles son sus perspectivas de futuro?

EC: Hay que intentar mirar al futuro con optimismo. Creo que la búsqueda de lugares menos masificados como La Palma puede posicionar a la Isla en un buen lugar. Por otro lado, otra de las tendencias del consumidor en su búsqueda a la sostenibilidad es alargar las estancias y, en este sentido La Palma también puede verse beneficiada ya que, como se comentó, a pesar de ser una isla pequeña ofrece una infinidad de posibilidades.

P: Por último, ¿Cómo animaría a las personas que están leyendo esta entrevista para que se animen a visitar La Palma y a recorrer el Camino Natural que discurre por esta isla?

EC: Como ya se ha comentado a lo largo de la entrevista, el Camino Natural de La Palma ofrece multitud de alicientes, entre ellos, poder transitar de manera segura por estos caminos que transcurren por una amplia variedad de paisajes, una exuberante naturaleza pero también entre pequeños pueblos y explotaciones agrícolas y ganaderas tradicionales, en un lugar tranquilo y con una afluencia limitada de personas, lo cual hoy en día, es un auténtico lujo.