Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Camino Natural de la Séquia

La Séquia es el canal medieval del siglo XIV, que ha permitido el crecimiento de Manresa y el desarrollo agrario de una buena parte del Pla de Bages. Seguir el recorrido de La Séquia supone una experiencia memorable: templos, fortificaciones, obras hidráulicas, masías y espacios naturales transformados por el agua ayudan a entender las raíces de este territorio de interior, el corazón de Cataluña.

Aunque la finalidad de su construcción era crear una amplia extensión de huerta, actualmente a parte del riego, también tiene como función el abastecimiento de agua de consumo para Manresa y otras poblaciones de la comarca.

Hoy hablamos con Laia Muns, directora de la Fundació Aigües de Manresa, una institución sin ánimo de lucro creada en 2011 por la empresa municipal Aigües de Manresa y la Junta de la Séquia de Manresa. Su función es gestionar este canal y poner en valor la importancia histórica, natural y patrimonial de La Séquia y su entorno. Para ello trabajan en la profundización, divulgación y formación de la cultura del agua -fundamental para el progreso de la zona- intentando fomentar un consumo responsable y sostenible.

Laia habla con un amor inmenso de este proyecto, del que forma parte desde 2003. Un proyecto que ha ido creciendo y que desde hace cuatro años dirige. Para ella, es un lujo trabajar en una iniciativa que cuenta con el cariño de la gente de Manresa que apoya incondicionalmente todo lo que representa, su simbolismo, su valor…

La construcción del Camino Natural de La Séquia supuso la creación y adecuación de un camino paralelo para que los visitantes puedan disfrutar del entorno de este canal medieval y descubran, a través de este itinerario, un territorio rico en patrimonio e historia.

PREGUNTA: ¿Cuál es el principal objetivo del Fundació Aigües de Manresa - Junta de la Séquia?

RESPUESTA: La Fundació Aigües de Manresa - Junta de la Séquia somos una entidad sin ánimo de lucro. Simbolizamos el retorno que hacen estas dos entidades a la sociedad, a través de nuestra fundación.

Nuestro objetivo principal es la protección, preservación y divulgación del patrimonio natural y cultural entorno al Canal de la Séquia y siempre con el agua como elemento vertebrador.

Actualmente, tenemos diferentes líneas de trabajo. Una sería la formación y educación en la cultura del agua. Tenemos diversos espacios, como el Centro del Agua de Can Font, donde acuden unos 4.000 estudiantes al año. También equipamientos culturales como el Museo de la Técnica de Manresa, que se alquila para actos pero también tiene una función educativa muy importante. Otra de las líneas sería la preservación medioambiental, sensibilizar a la población, sobre todo a los más pequeñitos, de la importancia de todo esto.

P: ¿Podría explicarnos qué es El Parc de la Séquia y qué tipo de actividades divulgativas, de ocio y turismo dirigidas a familias, grupos y centros de enseñanza desarrolla?

R: El Parc de la Séquia es una marca que se creó para vender y promover, para englobar todo el relato, las actividades, la historia en torno al Canal de la Séquia. Al principio trabajábamos bajo distintas fundaciones o empresas. Éramos diferentes personas contratadas por diferentes entes que íbamos trabajando en distintos espacios que se iban sumando en el proyecto del Parc de la Séquia. Llegó un momento que formalmente se tenía que constituir un ente superior que nos englobara a todos y todos estuviésemos controlados de la misma forma. Era necesario sobre todo a la hora de pedir subvenciones, ayudas… Por eso se creó la Fundación Aigües de Manresa - Junta de la Séquia en 2011 que está formada por Aigües de Manresa, empresa municipal, y la Junta de la Séquia de Manresa, la comunidad de regantes que hace el mantenimiento de canal.

Bajo Parc de la Séquia disponemos de cuatro equipamientos culturales. El Centro del Agua de Can Font, el Museo de la Técnica de Manresa, InfoSéquia, que es el punto de información que está en el Parc de l’Agulla y luego últimamente la Casa de la Culla, que es una masía histórica de Manresa. A parte de estos equipamientos culturales, que tenemos que dinamizar, está el personal, el mantenimiento, desarrollar actividades divulgativas, exposiciones…

También nos vinculamos con otros proyectos de ciudad o de comarca. Si el Ayuntamiento de Manresa hace una fiesta para promover los productos de regadío nos sumamos. Intentamos colaborar muchísimo en todas las actividades que se realicen sobre todo vinculadas al agua, al patrimonio de La Séquia y al regadío.

P: El Camino Natural de La Séquia discurre por una antigua construcción del siglo XIV ¿Cómo surgió la idea de transformar este trazado en Camino Natural y cómo fue el proceso?

R: Viene de lejos. En 1996 hubo un proyecto en el que arquitectos, ambientólogos y estudiosos de la zona ya proponían la creación de un espacio de ocio aprovechando el camino de banqueta de La Séquia. Lo llamaron “Vía Verde Patrimonial de la Séquia”. En aquel momento tuvimos la suerte de que Caja Manresa apostara por financiar este proyecto. En 1998 se creó un convenio entre diferentes entes, empresas particulares y ayuntamientos que creían en este proyecto y el impulso definitivo le llegó cuando, en 2002 recibimos la financiación del Programa Caminos Naturales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En ese momento fue cuando se pudo realizar la mayor parte de obra de acondicionamiento porque no todo el camino era transitable. Se tuvieron que adecuar algunas partes, poner elementos de seguridad, colocar señalización direccional y también explicativa y crear áreas de descanso. Ese grupo de técnicos inicial supo ver esa oportunidad de pasar del camino, como espacio de mantenimiento, a una oportunidad de uso lúdico. Tuvimos suerte de que ayuntamientos, la Diputación y varias empresas del territorio firmaron el convenio y que después llegara la financiación del Ministerio para hacerlo realidad.

A partir de 2003 se ha ido trabajando en cómo hacer del camino un valor más cultural, turístico y por eso creamos diferentes espacios visitables y se ha desarrollado todo un programa de divulgación y unas actividades, donde explicamos diferentes cosas.

P: A parte de este impulso gracias a la financiación de Caminos Naturales, el Ministerio ha realizado recientemente una colaboración con la Fundación ONCE para evaluar la accesibilidad del camino ¿podría hablarnos de este informe?

R: Es un informe muy interesante y estamos decididos a apostar en esa dirección para poder ofrecer este camino o una parte del mismo que sea accesible. Nos encantaría tener un tramo accesible. Cuando se nos propuso desde Caminos Naturales el estudio de Fundación ONCE nos pareció genial. Porque somos un camino que estamos situados en el corazón de Cataluña, y sería bueno tener un espacio así para la gente de Cataluña. Hay pocos recorridos accesibles en este sentido y enseguida nos pareció super interesante. En el informe hay algunas actuaciones que podríamos realizar nosotros como buscar parte de mobiliario, adecuarlo, el tema de la señalización… ahí es más fácil buscar recursos o encontrar un partner. Pero en el informe se recogen también temas más estructurales como por ejemplo cómo adecuar un paso por debajo de la vía del tren o adecuar algún espacio para que pueda pasar una silla de ruedas… y ahí ya si necesitamos la colaboración de entes superiores. Deberíamos “enamorar” a ayuntamientos y un poco a Caminos Naturales, porque es cierto que nosotros podemos ayudar muchísimo en temas de divulgación o en el mantenimiento del día a día, pero hay inversiones que nos es difícil de aportar al ser una entidad sin ánimo de lucro y tenemos que ir de la mano de Caminos Naturales.

La accesibilidad la tenemos que ir a buscar, ya vamos tarde en este sentido porque es una necesidad a la que se tiene que dar respuesta. Lo que pasa es que como Fundación solos no podemos realizar el plan y sería una lástima. Como directora, una de mis funciones para este año y el próximo será buscar financiación y la complicidad de todos estos entes para poder llevar a cabo este informe.

P: Estamos ante una obra capital de la ingeniería medieval ¿Podría contarnos algo de la historia de La Séquia y cuál es su importancia y función actual?

R: Estamos ante una gran obra de ingeniería medieval porque con los recursos que tenían en ese momento eligieron el mejor trazado y aun hoy en día, a la ciudad de Manresa y 20 poblaciones más, nos llega el agua a través del Canal de La Séquia. El impulso que dio al regadío en Manresa, que en aquella época era de unas 700-800 ha, y a la industria textil fue increíble. Piensa que construyeron este canal con solo 10 metros de desnivel. Si hoy día se tuviera que buscar otra vez el trazado óptimo, seguramente sería el mismo.

P: ¿Qué podría contarnos de la leyenda de la Misteriosa Luz y el papel que desempeñó en la construcción de La Séquia?

R: Cuenta la historia que en 1333 la ciudad de Manresa sufría una sequía muy importante, muy fuerte que hacía que no hubiera buenas cosechas y eso provocaba hambre Los consejeros de la ciudad buscaron una fórmula para traer más agua : se pidió permiso al rey y se contrató a Guillem Catà, un ingeniero que diseñó un canal que llevaría el agua desde el río Llobregat, a los pies del Castillo de Balsareny, hasta la ciudad de Manresa.

Catà diseño un canal de 26 kilómetros que comenzaba en una esclusa a los pies del Castillo de Balsareny donde se cogía el agua del Llobregat. Empezó la construcción y al llegar a las tierras de Sallent, donde el obispo de Vic tenía unos molinos que le daban dinero, este se opuso a la construcción, pensando que sus molinos tendrían menos agua. Como Manresa continúo con la construcción, el obispo puso a la ciudad en entredicho. Esto significaba que no se podían oficiar ni asistir a ceremonias religiosas, ni bautismos, ni entierros ni casamientos, para la gente de aquella época era una cosa terrible.. Fue un castigo muy duro del obispo. Manresa estuvo durante muchos años con litigios para intentar solventar este problema y cuenta le leyenda que un 21 de febrero de 1345, una misteriosa luz, proveniente de la montaña de Montserrat, entró por la rosácea de la iglesia del Carmen de Manresa y que una vez dentro se dividió en tres y las campanas empezaron a repicar. Esto se interpretó como un hecho divino y a partir de aquí el obispo dejó pasar el agua por sus tierras y se pudo terminar la construcción del canal.

Este hecho se celebra en la ciudad de Manresa cada 21 de febrero. Esta historia forma parte de nuestros valores, de ese sentir de pertenencia y de esa importancia que le damos a La Séquia y a sus orígenes. Es un relato que aún en nuestros días se explica en los colegios y se cuenta de generación en generación. Cada año se reinterpreta el misterio, es una fiesta a la que la gente le tiene cariño por la importancia que tiene para nosotros el agua, la construcción de La Séquia y nuestros orígenes.

P: Centrándonos en la infraestructura en sí ¿Cuántos de sus elementos (puentes, presas, acueductos…) aún se conservan a lo largo de la ruta? ¿Cómo se realiza el cuidado y mantenimiento de los mismos?

R: Estamos ante un camino muy naturalizado, en el sentido en que se ha buscado siempre mantenerlo siempre lo más natural posible y evitar esa entubación o tecnificación que lo podría hacer desaparecer. Por ese motivo, todavía se conservan la mayor parte de sus elementos. Un patrimonio hidráulico muy importante.

A lo largo del camino puedes ver muchísimos de estos elementos patrimoniales, muchos de ellos aún en funcionamiento, otros que no pero que están allí y se pueden ver. En el inicio tenemos la Esclusa de los Manresans, que es donde se hace la captación del Llobregat. Luego encontramos muchos acueductos: el acueducto de Santa Maria, el acueducto del Vilar, el acueducto de Conangle… aún forman parte de ese patrimonio que también se tendrá que ver cómo se puede conservar porque también tienen unas necesidades de protección y de inversión para que no se pierda, que no decaiga.

El mantenimiento lo hace la Brigada de la Junta de La Séquia. Los sequiaires son 15 personas que trabajan en el cuidado de este canal. Realizan trabajos muy manuales lo que hace que las tareas sean un poco más complicadas.

P: En su opinión, ¿cuáles son las características más reseñables de este CN? ¿qué tipo de usuarios recibe y de qué maneras es posible recorrerlo? (modalidad)

R: El Camino Natural de La Séquia se puede recorrer andando, si no hay dificultades de accesibilidad. Pero si una persona, por ejemplo, va en silla de ruedas, no puede recorrer todo el camino. Cuando hacemos la Transéquia habilitamos un camino para que sea posible, con la complicidad de los ayuntamientos. Este recorrido no está habilitado todo el año porque pasas por caminos, carreteras o espacios de difícil acceso.

Nosotros no recomendamos realizarlo en bicicleta porque no está pensado para ello. Ten en cuenta que vas al lado de un canal de metro y medio de profundidad. Aunque el desnivel sería perfecto, no está pensado para ir en bicicleta y eso es un reto que tenemos como entidad. Queremos buscar recorridos alternativos y señalizarlos para que las bicicletas pasen por otros senderos, también para facilitar que no haya conflictos entre caminantes y ciclistas.

Por otro lado, creo que el camino tiene muchos ingredientes para ser especial. Esa es su magia. Pasas por espacios y ambientes naturales muy diferentes, hay mucha diversidad…

Primero 26 kilómetros con solo 10 metros de desnivel. Esto es muy asequible porque vas bajando y vas viendo el agua como discurre a tu lado. Es relajante andar al lado del agua. Luego tienes el patrimonio cultural y además puedes encontrar elementos naturales como bosques de ribera, vas siguiendo el recorrido y entras en la zona de Sallent, donde La Séquia ha sufrido más transformaciones, aquí por ejemplo sí ha sido entubada, y encuentras los elementos patrimoniales más importantes como el acueducto de Conangle, el de Vilar… sigues bajando por la zona de minería y entras en otra zona boscosa donde se ha conservado el canal de la forma más bucólica, más original. Es un camino brutal porque vas viendo la montaña de Montserrat de fondo, esas vistas te van acompañando a lo largo del recorrido, es algo que le da un valor añadido.

Luego hay zonas de huertos y cuando llegas a Sant Fruitós muy cerca al Parc de l´Agulla encuentras viñas y también es bonito ver las barracas de viña y cuando llegas a l´Agulla ahí hay una reserva de agua y un parque y ya has llegado a Manresa. Desde ahí ves más grande la montaña de Montserrat y comienza el tramo final.

Todos estos ingredientes, la calma de recorrer el camino al lado del agua, los diferentes espacios naturales que vas encontrando, los elementos patrimoniales, todo son ingredientes que van sumando a este valor que tiene el Canal de La Séquia.

P: Sin duda la existencia de La Séquia ha contribuido al crecimiento y desarrollo de la zona pero ¿Qué beneficios ha traído la creación del Camino Natural a las poblaciones cercanas? ¿Sabe si se han llegado a crear o adaptar negocios ya existentes para dar algún tipo de servicio a los usuarios del camino?

R: Yo te diría que nosotros, como ente, hemos trabajado mucho en la creación de equipamientos culturales, pero nos habíamos olvidado, o no habíamos trabajado en esta función, que también tenemos como entidad, de desarrollar actividad económica en torno al camino, y esto es lo que queremos conseguir con un nuevo proyecto que se llama Camins de La Séquia.

Nos hemos constituido como agencia de viajes para poder vender el camino, que puedas venir un par de días a recorrer el Camino Natural de La Séquia de Manresa y nosotros te ofreceremos el alojamiento, si quieres te llevamos las maletas, si quieres te ofrecemos el picnic y no te tienes que preocupar de nada. Incluso te haremos el transfer de un sitio a otro. Es una apuesta por el camino, un proyecto al que le tenemos mucho cariño, pero en este sentido necesitamos también que desde las instituciones nos den apoyo porque hay cosas que se nos escapan de la financiación.

La idea es recoger servicios que ya hay -hoteles, restaurantes, actividades culturales, patrimoniales, fiestas…-, y meterlos dentro de un paraguas que lo envuelva todo y ponerle un precio y comercializarlo para que sea atractivo y fácil para el visitante. Le das todas las facilidades, se lo das todo hecho. Pienso que es nuestro reto para 2021, poner nuestro grano de arena para el desarrollo de actividades de difusión turística y hacer un turismo sostenible, no masivo.

P: ¿Qué número de visitantes suele recibir el camino a lo largo del año y cómo ha afectado el COVID-19 en este sentido en los últimos tiempos?

R: La verdad es que no lo tenemos contabilizado. Sabemos que es muy frecuentado. Por ejemplo, los tramos más próximos a población son más recorridos y sobre todo estos días que por la pandemia había confinamientos eso hacía que la gente redescubriera estos espacios. Posiblemente haya gente que nunca habían ido a andar por La Séquia y lo haya hecho ahora, y eso es positivo.

Ahora que tendremos los Camins de La Séquia si sabremos la gente que viene y nos compra.

P: ¿Podía hablarnos de la Transéquia? ¿Cada cuánto se celebra? ¿En qué consiste y modalidades? ¿número de participantes aproximado?

R: La Transéquia forma parte de las Festes de la Llum, Fiestas de la Luz, que se celebran en febrero, por el milagro que se produjo.

Es una iniciativa de una entidad de la ciudad que lo ha estado organizando desde hace más de 30 años, Jove Cambra de Manresa. Cuando se disolvió, hace 7 años, nos pidieron a nosotros que siguiéramos con la organización de esta efeméride. La verdad es que es un lujo tener un proyecto así, porque conecta muchísimo con los valores de sostenibilidad, de solidaridad, de protección del entorno, es una forma de dar a conocer los valores de La Séquia y del Camino Natural pero a través de una fiesta del deporte.

Al final no es tanto una carrera, donde la gente venga a participar por el dorsal o por la competición, sino que es una fiesta, en la que participan más de 5.000 personas, gente de todas las edades, que es lo bonito. Familias enteras con niños que empiezan a andar o a ir en bicicleta, gente mayor, y también adolescentes, a ellos les atrae mucho esta actividad. Viene gente que no es deportista, que igual no va a correr, no va a andar o en bici, pero el día de la Transéquia vienen y recorren una parte del camino, hay muchas modalidades, por lo que damos opción a que gente que no hace deporte normalmente también encuentre su recorrido. Y nos gusta hacerlo lo más transversal posible. Hay una modalidad que es la de handbike para que la gente que va en silla de ruedas también encuentre una posibilidad de participar de esta actividad.

Es un lujo porque todas las empresas del territorio quieren colaborar. Hemos conseguido que un domingo, el gremio de restauradores y cocineros estuvieran sirviendo una tapa de garbanzos guisados por ellos cuando llegabas al final, al Parc de l´Agulla.

Ese día es mágico. Es como una romería, hay gente que una vez al año tiene que pisar La Séquia en la modalidad que sea.

P: ¿Cuál es su lugar favorito del Camino Natural?

R: Es difícil elegir. Para mi es especial, lo quiero mucho. Laboralmente he aprendido de este camino muchísimo y es mi proyecto. Cuando le tienes tanto apego, es difícil destacar una sola cosa.

Yo con lo que me quedo es con el valor que transmite el Camino Natural y con el territorio por donde pasa, todo entero. Me quedo con los elementos patrimoniales. Tenemos la suerte de que hay muchos de ellos cerca que le dan fuerza al camino, como el Castillo de Balsareny, el poblado ibérico de Cogulló o las ermitas Mas de Sant Iscle y de Santa Maria y Santa Anna de Claret.

Pero sobre todo me quedo con el cariño que le tiene la gente. Cuando lideras un proyecto lo mejor que te puede pasar es que la gente lo haga suyo y lo quiera, y esto es un verdadero regalo.

P: ¿Qué le diría a la gente para que se animase a visitar el Camino Natural de La Séquia?

R: Nosotros, con el proyecto de Camins de La Séquia nos definimos como el “canal medieval de Cataluña” porque pienso que esto es la imagen que debemos dar. Es un canal que tiene gran importancia, porque se preserva. En algunos, no en los 26 kilómetros del recorrido, al andar por este canal te podrás transportar como a años atrás y te dará la sensación que estás recorriendo un camino por el que no ha pasado el tiempo.

Además, tiene una belleza natural increíble. Hay joyas ambientales, como los bosques de ribera o los robledales, los viñedos y sobre todo la montaña de Montserrat.

Y no podemos olvidarnos de la gastronomía que hay en este territorio. Es muy especial, porque La Séquia viene a Manresa y riega el regadío, lo que hace que su producción de verduras sea especial.

Yo invito a la gente a conocer este canal medieval con todos estos elementos. Es muy chula esta magia que acompaña al canal. Hay que vivirla y recorrer el camino con tranquilidad, sin prisas, saboreando la calma y los espacios de silencio.