Miradores, piscinas naturales, cascadas y valles son protagonistas de los 15 kilómetros por los que discurre el Camino Natural del río Rivera del Acebo. Un entorno natural de gran belleza vertebrado a través de siente sendas enlazadas entre sí
La sierra de Gata es el incomparable escenario en el que se sitúa el Camino Natural del río Rivera de Acebo. Una localización privilegiada que se caracteriza por una gran variedad de paisajes así como por un sin número de lugares de interés, entre ellos varios espacios protegidos incluidos en la Red Natura 2000.
Otro aspecto destacable de este recorrido es la presencia de numerosos cursos de agua de pequeña y mediana entidad, así como de piscinas naturales e impresionantes vistas y panorámicas de la serranía. Elementos, todos ellos, que harán las delicias de grandes y pequeños.
Un buen lugar de partida para conocer este Camino Natural el área recreativa “El Jevero”, situada a unos 2 kilómetros de Acebo, pueblo conocido por sus finos encajes de bolillos y sus naranjas. Desde aquí parten dos de las rutas del Camino Natural, desde las que se puede acceder al resto de rutas por diferentes opciones, lo que permite al usuario diseñar su propio recorrido.
Pero antes de comenzar el camino, el visitante puede disfrutar de un refrescante chapuzón en sus dos piscinas naturales que se comunican con la de Carreciá por la senda de las piscinas (6).
La primera senda es conocida como Embalse de El Prado de las Monjas (1). Bastan 50 minutos para recorrer a pie sus 3 kilómetros que discurren por la margen izquierda del río Rivera de Acebo. Siguiendo hacia el norte, por el trazado de la antigua pista del Molino, llega hasta el mirador El Balcón del Embalse, donde conecta con las sendas de los Puentecitos de la Cascada de La Cervigona, un salto de agua de sesenta y cinco metros de altura, y la senda Arroyo de la Jara del Rey (3 y 7, respectivamente).
La senda 2 conocida como El Mirador de la Ventosa, se sitúa a 2 kilómetros de “El Jevero” y dirigirá nuestros pasos hasta la cima del cerro del mismo nombre. Desde el mirador, situado a 794 metros, podremos disfrutar del singular paisaje de la sierra de Gata y de las mejores panorámicas del embalse y los valles situados entre los parajes de La Cervigona y Santa María. Desde aquí, si continuamos el camino, llegaremos a La Encrucijada, llamada así por ser el punto de encuentro con las sendas del Puerto de Castilla Norte (4) y Puerto de Castilla Sur (5) y el Arroyo de la Jara del Rey (7), donde podremos disfrutar de un área de descanso.
La senda de los Puentecitos de la cascada de La Cervigona (3) comienza en el Mirador del Balcón del Embalse y cruza la presa de El Prado de Las Monjas. Este itinerario nos lleva cerca del río en todo momento y de numerosos valles llenos de encinas y madroños. Finaliza en la Fábrica de Luz, antigua central hidroeléctrica situada cerca de la Cascada de La Cervigona, construida con el objetivo de proporcionar suministro eléctrico a varios pueblos de la zona.
Por su parte las sendas del Puerto de Castilla Norte y Puerto de Castilla Sur (4 y 5), de algo más de 3 kilómetros cada una de ellas, forman parte del antiguo camino del Puerto de Castilla, de varios siglos de antigüedad y gran parecido a las calzadas romanas. La primera nos ofrece la posibilidad de disfrutar de magníficas vistas desde los miradores de El Manantial de Santa María y el de La Cervigona. La segunda conecta la Encrucijada con la piscina natural de Carreciá.
La oferta de sendas termina con Las piscinas (6) y el Arroyo de la Jara del Rey (7), las más cortas de todas. Las piscinas, como su propio nombre indica, nos permite disfrutar de las formaciones de El Jevero y de Carrecia que dan acceso al resto de rutas. La última de ellas presenta una fuerte pendiente, aunque cuenta con escalones de piedra que hacen más sencilla la subida. Si partimos del Balcón del Embalse y acabando en La Encrucijada, el recorrido puede realizarse en cualquier época del año por estar resguardado de los vientos y ofrecer mayor sombra.
Como hemos visto, el Camino Natural del río Rivera de Acebo y sus siete sendas permiten al senderista diseñar una jornada “a medida” con el aliciente de poder disfrutar de un refrescante baño, antes o después, en cualquiera de sus piscinas naturales, siempre que la temperatura lo permita.
Se recomienda recorrer en profundidad algunos de los pueblos por los que pasa el camino, como Gata, San Martín de Trevejo, Hoyos o Robledillo de Gata, todos ellos declarados Bien de Interés Cultural.
Igualmente destacan varios espacios de alto valor natural como la Reserva del Embalse de Borbollón, la Reserva Biológica del Buitre Negro, la Reserva Paisajística del monte Jálama y la Reserva Biológica de Sierra de Gata.
La gastronomía de la zona destaca por los derivados del cerdo, el cordero y la miel, así como aguardientes, vinos y bizcochos de parías. Mención aparte merece el exquisito aceite de oliva virgen de la zona, una variedad de producción exclusiva en la comarca, ganadora de los principales galardones y premios de cata realizados a nivel mundial.