El Camino Natural Vía Verde del Guadalimar discurre engalanado por extensos olivares mientras se acerca al río Guadalimar, trazando un paisaje que incluye viaductos, túneles, cimas e intrincados barrancos. Inicia su travesía en la estación de ferrocarril de Linares-Baeza, abarcando 15,4 kilómetros en un recorrido cómodo apto tanto para senderistas como para ciclistas.
Este itinerario por la provincia de Jaén narra la historia de un fracaso. El de una línea férrea que nunca llegó a ponerse en funcionamiento y fue abandonada a pesar de tener su plataforma completamente construida y sus vías extendidas en un largo tramo: el ferrocarril que iba a unir Linares-Baeza (Jaén) y Utiel (Valencia).
Su origen se remonta a la segunda década del siglo XX como parte del ambicioso Plan Guadalhorce, impulsado por la Dictadura del General Primo de Rivera para expandir y fortalecer la red ferroviaria nacional con líneas transversales. Sin embargo, esta iniciativa se vio obstaculizada por varias paradojas: surgió tarde, en un momento en que las carreteras competían con los trenes; enfrentó las adversidades de la guerra civil y la posguerra; y atravesaba áreas despobladas que, con el tiempo, quedaron aún más deshabitadas. Como resultado, en 1963 se dio por concluida una obra que se había iniciado cuatro décadas atrás y que a punto estuvo de materializarse.
El recorrido de este Camino Natural es apenas un fragmento de una ruta que originalmente aspiraba a conectarse internacionalmente, buscando unir Linares con Francia atravesando tierras de Albacete, Valencia, Teruel y Lleida. 15,4 km por la vega baja del río Guadalimar, en los que disfrutar de paisajes impresionantes. Desde construcciones industriales hasta parajes naturales con bosques de ribera, vastos campos de olivos y las rojizas aguas del Guadalimar.
A lo largo de toda esta aventura, el usuario se encontrará con numerosas infraestructuras asociadas al tren, como puentes y túneles iluminados. El inicio en la Estación Linares-Baeza, con el viaducto de los Barros y la central hidroeléctrica de El Arquillo, marca el comienzo de un trayecto que destaca por la señalización detallada y las cautivadoras vistas.
El camino atraviesa trincheras de arenisca, proporcionando vistas amplias de las vegas y la ribera del río. En el kilómetro ocho, cerca de un área de descanso, se pueden observar las laderas del yacimiento arqueológico de Cástulo. El trazado continúa entre túneles y olivares, alejándose del Guadalimar y acercándose a la vega del Guadalquivir.
En total, 7 túneles, 6 viaductos y otros tantos puentes que harán disfrutar como niños a todos aquellos aficionados a las infraestructuras ferroviarias.
Aunque es poco conocida, esta ruta proporciona, sin duda, una experiencia maravillosa, cómoda y gratificante, con una rica flora y fauna a lo largo de todo el trayecto. Un recorrido, plano y bien acondicionado que hará las delicias de senderistas y cicloturistas, comenzando en la Estación Linares-Baeza y finalizando en Horcajo de Begíjar.
A lo largo del trayecto, los viajeros serán testigos de la diversidad de paisajes que van desde frondosos bosques de ribera hasta interminables olivares, creando un lienzo de contrastes. El río Guadalimar, con sus aguas de tono bermellón, añade un toque pintoresco a la experiencia. A esto se añade que desde el Camino Natural se accede a cuatro Espacios Naturales Protegidos situados en un radio de menos de 5 km: los ZIC Río Guadalimar, Laguna Grande, Tramo Inferior del Río Guadalimar y Alto Guadalquivir, perteneciente a la Red Natura 2000, así como el Monumento Natural El Piélago.
El Camino Natural Vía Verde del Guadalimar conecta, además, varios pueblos pintorescos que merecen una visita. Linares, con su patrimonio histórico y su conjunto monumental en el que se mezclan patrimonio minero e industrial; Ibros, en el que llama la atención su famosa muralla ciclópea, declarada Monumento Histórico Artístico, y su iglesia de San Pedro y San Pablo; Lupión con su poderoso torreón defensivo del siglo XIII o Begíjar, que presume de la fachada de su ayuntamiento y su palacio episcopal. Todos ellos, pueblos que ofrecen la autenticidad y hospitalidad que caracterizan a la región.
El viaje por esta ruta no está completo sin saborear la rica gastronomía local. A lo largo de su andadura, el viajero atraviesa pueblos en los que podrá disfrutar de platos tradicionales como el salmorejo, el ajo blanco, las migas y, por supuesto, el aceite de oliva virgen extra, un auténtico tesoro de la región.
El Camino Natural Vía Verde del Guadalimar es más que un camino; es un viaje que sumerge a los visitantes en la esencia de Jaén. Naturaleza, historia, cultura y gastronomía se fusionan para crear una experiencia inolvidable. Un viaje único que invita a explorar este rincón único, donde cada paso revela un nuevo tesoro.