La Subdirección General de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), organizó este 5 de octubre la celebración del 30 Aniversario de la Red de Caminos Naturales de España.
Una jornada que dio inicio con una primera mesa redonda que sirvió de intercambio de experiencias, gracias a la participación de representantes de diversas entidades promotoras, que son las principales encargadas de la gestión, el mantenimiento y la promoción de estos caminos.
El objetivo era poner en valor un “producto extraordinario”, como explicó Cristina Clemente, subdirectora general de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras Rurales.
“Retos y oportunidades en la gestión y promoción de los Caminos Naturales” fue el título de esta primera mesa, en la cual se abordaron las principales dificultades y posibilidades que atañen a la gestión y al mantenimiento de los diferentes itinerarios.
Nuria Ortiz, presidenta de CEDER Merindades y representante del Camino Natural Santander Mediterráneo, dio comienzo resaltando que “los caminos unen los pueblos”.
Una idea de conectividad y movilidad que recogió posteriormente el gerente del Consorci de les Vies Verdes de Girona, Àngel Planas. Un consorcio encargado de la gestión de cuatro caminos: el Camino Natural Vía Verde del Ferro i del Carbó; los Caminos Naturales Vías Verdes del Carrillet I y II; y el Camino Natural de La Muga, los cuales actualmente tienen “una función de conectividad y movilidad cotidiana”, destacó Planas. Lo cual genera diferentes realidades de mantenimiento y supone un reto para los promotores que tienen que adaptarse a los nuevos tiempos.
Los Caminos Naturales son infraestructuras que están permitiendo el desarrollo de un nuevo tipo de turismo en el medio rural, que a su vez permite “la desestacionalización del turismo” aportó Nuria. Un turismo que se extiende más allá de “los meses de verano y de Semana Santa”. Un nuevo sistema que, según María del Carmen Toledo Zambrana, Coordinadora de Mantenimiento de la Fundación Vía Verde de la Sierra, engloba “actividades deportivas, educativas, turísticas y medioambientales” y permite disfrutar tanto del patrimonio natural como cultural.
Pero este enfoque de turismo rural abre paso a otras dificultades, como es el caso de la conservación de los ecosistemas por los que discurren los itinerarios o la minimización del impacto ambiental de las actividades humanas realizadas en los mismos. Una coyuntura que hace palpable la necesidad de generar un equilibrio entre la presión turística y la sostenibilidad del medio natural.
Alex Cortada, Técnico de Medio Ambiente del Consell Insular de Menorca resaltó la relevancia de esta gestión en la isla, en la cual “el sector turístico es uno de los motores económicos más importantes”, históricamente hablando.
Por ello, como representante del Camino Natural Camí de Cavalls, Alex incidió en la necesidad de “hacer compatible el desarrollo económico de la isla con la conservación de los valores naturales y culturales de los que se nutría y con los que convive”.
No hay ninguna duda de que el Programa de Caminos Naturales se ha convertido en un elemento útil para el territorio y en principal dinamizador y motor socioeconómico de los municipios y zonas por los que discurren los distintos itinerarios.
Un aumento del turismo, que como explicó María del Carmen, ha originado un “aumento del empleo” con la construcción de bares, restaurantes, hoteles, casas rurales, etc. Unas infraestructuras que se han originado gracias a estos caminos.
Un despunte de la economía rural que María del Carmen indicó tiene que ir unido a una labor de formación, como la que se realizada a través del Camino Natural Vía Verde de la Sierra. Desde este camino se están impulsando “cursos de formación para empresarios de la zona” para el aprovechamiento de los recursos que ofrece el camino.
Mónica Soler, presidenta de la Comarca de la Hoya de Huesca, trató un importante problema de la España rural: la despoblación y el desierto demográfico.
Para ello ejemplificó con la comarca de la cual es representante. En ella habitan más de 68.000 personas, de las cuales 53.000 residen en la ciudad de Huesca. Un notorio problema que dificulta el mantenimiento y la preservación del patrimonio, pues como destacó la presidenta, “el patrimonio cultural y natural, es de todos y entre todos tenemos que mantenerlo, pero si no hay personas en el territorio, nos va a ser muy difícil”
Por ello destaca la labor de los Caminos Naturales como motor económico para que “se den las circunstancias, posibilidades y oportunidades para que la gente pueda quedarse en su territorio”. Aludiendo a la importancia de las pequeñas empresas que “son las que consiguen que al final se acabe fijando población”
Por último, se trataron en la mesa las diversas necesidades de los usuarios de Caminos Naturales, destacando la importancia de detectar los requisitos de movilidad y adaptar todos los tramos de los itinerarios, hasta conseguir una accesibilidad universal.
Nuria Ortiz, quién además ejerce como directora y gerente de ASAMIMER (Asociación de padres y madres de personas con discapacidad de Las Merindades), alabó las iniciativas promovidas y llevadas a cabo por la Fundación de la Vía Verde de la Sierra. Y destacó que la discapacidad no solamente incluye la parte física, sino que también engloba la discapacidad sensorial e intelectual.
Enfocar los itinerarios hacia la accesibilidad universal “abre las puertas a un colectivo” y al mismo tiempo es una forma de optimizar los recursos para que “todos podamos disfrutar” de los Caminos Naturales.