La séptima etapa discurre en su primera mitad por la provincia de Araba, zona de Valderejo, y en su segunda mitad por la provincia de Burgos, zona de los Montes Obarenes y San Zadornil, recorriendo las estribaciones más orientales de la cordillera Cantábrica. Resulta de gran valor ecológico y paisajístico por ser zona de transición entre ambientes atlánticos y mediterráneos; la práctica totalidad del recorrido de la etapa discurre por áreas declaradas como espacio natural protegido por su diversidad florística y faunística, por sus ecosistemas forestales y por sus paisajes, que han sabido conservar durante siglos los habitantes de estas tierras. En este sentido merece especial mención el desfiladero del río Purón, que ofrece rincones mágicos al senderista.
La etapa comienza en Bóveda, siguiendo una carretera que parte hacia el Suroeste, junto a las instalaciones deportivas de dicho núcleo. A escasos metros se bifurca en dos caminos agrícolas, debiendo seguirse la vía de la izquierda, el camino de la Fuente Tejera, que discurre entre tierras de cultivo en dirección a la sierra Bóveda. El Camino abandona la vega ,adentrándose paulatinamente en las faldas arboladas de dicha sierra, para ascender posteriormente a lo largo de unos 3,5 km por una pista forestal de pendiente progresivamente más acusada, salvando un desnivel de casi 400 m, hasta llegar a la divisoria de aguas, el “Portillo de la Sierra”.
Desde el alto se pueden contemplar vistas magníficas hacia ambas vertientes. Al norte, Valdegovía y, de fondo, la sierra Sálvada; al sur, el valle del río Purón en el concejo de Valderejo, declarado Parque Natural de Valderejo, con la sierra Arcena de fondo y la localidad de Lalastra, por donde prosigue la etapa, en primer término.
Desde el Portillo se desciende zigzagueando la ladera sur de sierra Bóveda por una pista de grava y hormigón de acusada pendiente. Dando vistas a Valderejo, la ruta prosigue hasta cortar con una carretera asfaltada que, tomada hacia la derecha, conduce hasta Lalastra, localidad de singular encanto enclavada en pleno Parque Natural de Valderejo. Siguiendo la carretera se atraviesa Lalastra llegando, al pasar la última vivienda, a la Casa del Parque Natural de Valderejo, de visita recomendada. Junto a ella, arranca un camino de grava que conduce al cañón del río Purón. Después de un kilómetro de falso llano a lo largo de una loma desarbolada, la ruta se adentra en un pinar a la vez que inicia un suave descenso de 1,5 km hasta entrar en contacto por primera vez con el río Purón. El río fluye encajado en un cañón entre paredes rocosas que configuran un espléndido paisaje geomorfológico. El camino acompaña el recorrido del río por el cañón durante un kilómetro aproximadamente hasta llegar a un desvío que habrá que tomar a la derecha por un puente que salva al propio río. Los numerosos muros de mampostería derruidos del entorno corresponden a las ruinas de las antiguas casas del pueblo abandonado llamado Ribera. Del pueblo únicamente queda en pie la iglesia, aunque en avanzado estado de ruina, situada en un pequeño alto que le permite asomar por encima de la abundante vegetación que cubre las ruinas.
A escasos metros del puente se debe girar hacia la izquierda tomando un camino que continúa paralelo al río Purón, por su margen izquierda, atravesando una zona en la que la vega se ensancha y da cabida a una rica vegetación de ribera formada por chopos (Populus sp.), sauces (Salix sp.) y fresnos (Fraxinus sp.), principalmente. Tras cruzar la zona de pradería, el camino se transforma en un sendero, adentrándose en el desfiladero del río Purón, angosto paso por el que el río se ha abierto camino a través de la sierra Arcena. El sendero desciende junto al río, transitando por pasos estrechos al pie de extraplomos calizos, junto a pozas, cascadas y demás caprichos de la naturaleza, que ofrecen al senderista un panorama realmente atractivo. Es preciso, eso sí, mantener la atención en el camino, que se antoja pedregoso y retorcido aunque dotado de equipamientos como escaleras, barandillas, etc., que aseguran el tránsito.
Tras aproximadamente un kilómetro de recorrido por el desfiladero, el Camino se bifurca y se debe tomar el desvío a la izquierda. El Camino asciende por un sendero muy quebrado y de gran pendiente que salva un desnivel de unos 250 m en apenas un kilómetro de distancia; el denominado camino de Herrán va alejándose del río Purón a medida que se gana altura, a la vez que mejora su perspectiva hacia el valle. El sendero termina en una pista forestal, punto aproximado desde el cual la etapa continúa por territorio burgalés, en concreto por la Jurisdicción de San Zadornil. Esta zona pertenece a la comarca de Las Merindades, y fue declarada Parque Natural de Montes Obarenes-San Zadornil, en continuidad con el de Valderejo, en la provincia alavesa.
Siguiendo la pista forestal hacia la izquierda, la etapa continúa sin pendiente significativa. La pista atraviesa destacables masas boscosas mixtas de coníferas y frondosas, principalmente pinos (Pinus sp.), hayas (Fagus sylvatica), encinas (Quercus ilex) y quejigos (Quercus faginea) que, junto con un rico estrato arbustivo conforman un bonito paisaje forestal. Continuando unos 2,5 km por la pista se llega al primer núcleo de población del valle de San Zadornil —Villafría de San Zadornil—, donde existe un área de descanso en la que reponer fuerzas para acometer el último tercio de la etapa.
Cruzando la localidad se sigue la marcha hacia el Sur por la carretera asfaltada de acceso. Fuera del pueblo se toma el primer desvío a la derecha, en una curva cerrada, por una pista forestal de grava y tierra que se adentra sin perder cota en una extensa masa de pino albar (Pinus sylvestris) muy bien conservada gracias a su aprovechamiento sostenible. Tras recorrer un kilómetro por la pista se tomará un desvío a la izquierda por un sendero señalizado adecuadamente, que confluye en una pista forestal descendente bajo el dosel arbóreo. Después de 3,5 km, se alcanza el núcleo de San Zadornil, ubicado en una pequeña vega de cultivo situada entre sierras y cordales calizos. Cabe destacar la presencia de algunos ejemplares viejos de castaño (Castanea sativa) junto al camino que lleva hasta esta localidad.
En San Zadornil se puede visitar la Casa del Parque Natural de Montes Obarenes-San Zadornil, donde es posible disfrutar de exposiciones relacionadas con el valioso entorno natural que motivó la declaración del Parque.
Después de recorrer algunas calles del pueblo, se sigue por la carretera general de acceso al mismo e inmediatamente se toma un camino agrícola que sale a la derecha. Tras algunos metros se toma un pequeño sendero a mano izquierda que vuelve a confluir a la carretera, pasando a continuación por un pequeño desfiladero con el que el arroyo Paúles salva la Sierra Bóveda. A los pocos metros de pasar el desfiladero se deberá tomar un camino agrícola que sale a la derecha, bordeando la masa de pinar, y atravesando posteriormente la vega del río Omecillo. Junto a su orilla se levanta el núcleo de San Millán de San Zadornil, final de etapa. Esta localidad constituye la puerta principal de entrada al Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil.
Esta etapa presenta algunas dificultades importantes para el tránsito en bicicleta. En primer lugar, el ascenso a sierra Bóveda desde Bóveda que, dada su pronunciada pendiente, supone un tramo de elevada exigencia física. Por otra parte, el paso por el desfiladero del río Purón, particularmente la subida por el camino de Herrán, resulta intransitable para las bicis dada su acusada pendiente, su trazado serpenteante, su firme irregular y la existencia de algunos tramos de escalones.
El ámbito del Parque Natural Valderejo, y la Zona Especial de Conservación y Lugar de Importancia Comunitaria Valderejo son prácticamente coincidentes. Se ubican en el extremo más occidental de Araba y cuentan con una superficie de 3.496 hectáreas.
Estos espacios son atravesados por el río Purón, en torno a cuyo valle se observan escarpes rocosos. Entre ellos destaca el desfiladero con el que el río se abre paso al valle de Tobalina, con cultivos y prados que constatan la existencia de un ancestral uso ganadero y agrícola. Asimismo, estas zonas presentan buenas representaciones de bosques autóctonos, encinares y hayedos fundamentalmente, y grandes extensiones de pino silvestre.
En cuanto a la fauna, destaca la importancia de esta zona para la avifauna, especialmente la colonia nidificante de buitre leonado (Gyps fulvus) en Valderejo, que es la mayor de la comunidad autónoma vasca. Además, en esta zona se pueden observar ejemplares de otras especies rupícolas, por este motivo los ámbitos territoriales del Parque Natural Valderejo y de la ZEC/LIC Valderejo se encuentran incluidos en la Zona de Especial Protección para las Aves, ZEPA Valderejo-sierra de Arcena, y en la IBA 32 Valdegovía-sierra Arcena. Las superficies de la ZEPA y de la IBA se extienden hacia el Norte, más allá de los límites del Parque Natural y del Lugar de Importancia Comunitaria.
El Parque Natural cuenta con un centro de información en Lalastra (Araba).
El Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil, y la Zona Especial de Conservación y Lugar de Importancia Comunitaria Montes Obarenes, coincidentes en su ámbito territorial, se localizan en la provincia de Burgos, en el extremo meridional de la cordillera Cantábrica, constituyendo un enlace geográfico entre esta cordillera y los Pirineos. Esta área, de aproximadamente 33.064 ha, posee gran singularidad y complejidad geomorfológica, ya que cuenta con profundos cañones y cortados moldeados por cursos fluviales como el río Ebro, el río Oca y el río Purón.
Se trata de una zona de transición entre las regiones biogeográficas atlántica y mediterránea, lo que la hace poseedora de una gran riqueza y diversidad de especies de flora y fauna. Así, destaca su complejidad en cuanto a los sistemas forestales que alberga, contando con extensos carrascales, quejigares presididos por el durillo negro (Spiraea hispanica) —endemismo castellanocantábrico—, hayedos, avellanedas, melojares, temblonares, tiledas y un alcornocal. Asimismo en su paisaje se entremezclan prados de siega con tierras cerealistas. Respecto a la fauna, en este espacio natural protegido se han catalogado un total de 128 especies de vertebrados. Su declaración como Zona de Especial Protección para las Aves viene motivada por su importancia para la reproducción del buitre leonado, ya que alberga el 10% de la población total de Castilla y León y el 2% de la española. Al resto de especies de avifauna que pueblan la zona hay que añadir la gran variedad de aves migratorias que acuden al embalse de Sobrón.