La Peste equina (PE) es una enfermedad vírica no contagiosa que afecta a los équidos domésticos y salvajes, y que es transmitida por los mosquitos de la especie Culicoides. Es una enfermedad de declaración obligatoria en la UE, incluida en la categoría A, lo que supone trabajar para su erradicación inmediata.
La enfermedad puede presentar cuatro formas clínicas: la pulmonar, la cardíaca, la mixta y la febril. La forma pulmonar hiperaguda tiene lugar en animales totalmente susceptibles y es de curso corto, ya que a menudo dura solo unas horas; ocasiona una alta mortalidad. La forma cardíaca, edematosa, tiene un curso más subagudo y la mortalidad llega al 50%. Es característica una hinchazón de las fosas supraorbitales. La forma mixta, aguda, es más frecuente y tiene rasgos tanto de la cardíaca como de la pulmonar. La mortalidad puede alcanzar el 70%. La febril suele pasar desapercibida, ya que es una forma leve de la enfermedad, y se observa en équidos resistentes, como cebras y asnos. No afecta a los humanos.
El virus que causa la Peste equina se identifica como un miembro del género Orbivirus de la familia Reoviridae. La especie del virus de la Peste equina, o serogrupo, engloba 9 serotipos. El genoma del virus de la PE comprende diez segmentos de ARN bicatenario que codifican siete proteínas estructurales (VP1-7), y cuatro proteínas no estructurales (NS1, NS2, NS3, NS3A).